Estampa bucanera

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Estampa bucanera

Hay juegos espectaculares de gran tensión.

Y hay otros que son de paliza tras paliza. Así como hay entretiempos geniales y otros –como el último– que parecieron carreritas escolares de gimnasia calisténica.

Eso sí, con anuncios de 5.5 millones en segundos fugaces. Y con público en graderías de monigotes de cartón.

El asedio bucanero sofocó a una defensiva de jefes que no supieron mandar.

Las jugadas individuales certeras –con atrapadas exactas– fueron aplaudidas junto a decepciones por mediocridades insuficientes.

¿VACUNAS MUTANTES?

Se visualiza la vacuna con porcentaje incompleto de eficacia aun en las más avanzadas, y se ve como un toro de embestida directa frente a un torero viral mutante que la burla.

Estática se capta su potencia frente al dinamismo de las mutaciones y las variantes del invasor virulento y creciente en agresividad.

Al poder el virus cambiante ir dejando atrás a vacunas superables hace que se subraye el interés en tener pronto, no sólo algo preventivo ni algo defensivo sino totalmente destructivo, como sería no solo una vacuna sino un medicamento.

Y a causa de la desigualdad en la distribución y el acaparamiento de los poderosos, se van intentando productos propios más baratos y accesibles.

Ya lo intenta Querétaro para evitar “malinchismo” por compras caras al extranjero. Ya hay tratamientos mexicanos que sorprenden por sus altos porcentajes de eficacia y anuncia Israel que ya tiene –en primera etapa– su EXO-CD24, del científico Nadir Arber, del Centro Médico de Ichilov para acabar con el coronado.

DESHUMANIZACIÓN SIN VACUNA

Se levantan ya voces que señalan un planeta enfermo con inflamaciones de desigualdad y falta de oxígeno de solidaridad.

Devastado y desequilibrado en sus ciclos ecológicos por una población deshumanizada.

Bajas defensas tiene. Necesita vitaminas de empatía, de solidaridad, de gratitud, de fraternidad activa y generosa. Hay ciertamente anticuerpos de notables virtudes comunitarias, pero concentradas o salpicadas en minorías que contagian salud.

Se ha escogido un pésimo estilo de convivencia. Contaminado de competencia radical, de tribalización (unirse solo contra otros), con jerarquía de egoísmos y dominio de los más fuertes que manipulan y explotan.

MEDICAMENTOS PARA EL MUNDO

Para el mundo enfermo se requiere también no sólo prevenir y defender sino destruir lo pernicioso y tóxico con virtudes sociales generalizadas que acepten deficiencias y equivocaciones en actitud de redención.

Fomentar la común unión, no en la complicidad sino en el mutuo acompañamiento para el bien de todos.

Se requiere superar la indiferencia con compasión solidaria que comparte e incluye, cultivando la vida plena.

Una fe abierta a la trascendencia que no solo tenga metas sino sepa soñar y realizar ideales...