ESTIMADA ANA:
Soy una mujer casada, de 39 años y tengo tres hijos, el mayor de 12, la mediana de 6 y un recién nacido de 2 meses y medio. Desde que estaba sotera y hasta los primeros dos meses de embarazo del tercero, estuve trabajando.

En las primeras semanas de ese embarazo tuve muchas complicaciones y el ginecólogo me recomendó reposo absoluto. Por lo mismo, renuncié al trabajo.

Obviamente algunas cosas se pusieron difíciles en la familia económicamente hablando. 

Ahora sólo contamos con el sueldo de mi esposo y hay ocasiones en que no alcanza y que nos tenemos que apretar el cinturón para poder completar para cubrir comida y servicios. Tuvimos que vender mi carro para poder tener un colchoncito mientras tenemos un ingreso.

Pero hay algo que está pasando entre mi esposo y yo y que no logro comprender, sobre todo porque siempre he trabajado y mi sueldo ha sido parte importante en el ingreso familiar.

Ya son dos o tres ocasiones en que me ha dicho que soy una floja, que ya debería de estar buscando trabajo porque él solo no puede con los gastos del día, que no completa para pagar los servicios y que si continúa así la situación, se separará de mí.

La primera vez que me lo dijo pensé que pudiera ser un momento de desesperación, pero ya son dos veces más y la verdad me asusta mucho lo que me dijo. Me siento sola, con miedo, infeliz y además aburrida de esta rutina, que si no fuera por sus palabras, no me estuviera ocurriendo esto.

Hay días en que no le encuentro sentido a mi vida, me siento desesperada, atada de manos porque quisiera estar trabajando pero con mi bebé recién nacido es imposible pensarlo. Ahora ya son tres hijos y las cosas se complican cada vez más. Mi mamá, que ha sido quien siempre me los ha cuidado, desde que estaban en la guardería, está recién operada de las dos rodillas y por varios meses no podrá caminar del todo bien.

No quiero dejar a mis hijos en guarderías o al cuidado de alguien desconocido, la única persona de mi entera confianza es precisamente mi mamá.

Además, según mi experiencia, cada vez es más difícil para una mujer casada y con hijos, encontrar trabajo, nadie me va a contratar.

Pero las exigencias de mi esposo son cada vez más constantes, entre más tiempo pasa, menos completamos. Y como nunca he estado enterada cuánto gana él realmente, no puedo exigirle nada. Y la opción de separarnos no es realista, pues ni siquiera tengo a dónde ir con tres niños, no sabría cómo hacer para sacarlos adelante. Gracias de antemano, que pase un feliz fin de año. 

Iliana
 
ESTIMADA ILIANA:
Es normal que tu esposo esté muy preocupado por la situación económica de la familia ahora que tienen tres hijos, pero seguramente tú también eres consciente del problema y sin embargo no lo culpas de la situación. 

Habla con él e intenta hacerle ver que no puede exigirte ni amenazarte y que no vas a permitirle que te hable de ese modo. 

Seguramente a ti también te gustaría encontrar un trabajo pero es normal que aún te cueste separarte de tu bebé todo el día y las circunstancias actuales del mercado laboral tampoco son muy alentadoras en este sentido.

Es lógico que él esté desesperado porque ve complicado llegar a final de mes con un solo sueldo. Pídele que te muestre cuál es su situación económica actual. Juntos, como adultos responsables que son, seguro podrán  pensar en una solución para reducir gastos o aumentar los ingresos de la familia. 

Y por supuesto que es muy difícil que encuentres trabajo de un día para otro, pero no puedes permitirte pensar ni un momento que tu vida no tiene sentido.

¡Ánimo!

ANA