Estados Unidos se prepara para tener sus bombarderos nucleares operativos las 24 horas
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Estados Unidos se prepara para tener sus bombarderos nucleares operativos las 24 horas
La disuasión nuclear ha vuelto. La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha iniciado los preparativos para tener a sus aviones, equipados con bombas nucleares, operativos las 24 horas del día. EE UU acabó en 1991, tras el fin de la Guerra Fría, con la estrategia de alerta absoluta de los bombarderos B-52. La amenaza nuclear de Corea del Norte ha reavivado ahora los temores.
La Fuerza Aérea aún no ha recibido una petición oficial del Pentágono o el presidente Donald Trump para instaurar el estado de alerta de los cazas nucleares, pero ha iniciado los preparativos, anticipando que puede llegar esa solicitud. En paralelo, EE UU dispone de al menos un avión nuclear siempre disponible, así como misiles intercontinentales.
“Este es otro paso para garantizar que estamos preparados”, dijo el jefe de gabinete de la Fuerza Aérea, el general David Goldfein, en una entrevista a la publicación Defense One. “No estamos planificando para un evento específico sino que es más por la realidad de la situación global en la que estamos y cómo garantizamos que estamos preparados”.
Por ejemplo, en la base aérea de Barksdale (Luisiana), donde está el comando que supervisa los aviones con capacidad nuclear, son visibles los preparativos para volver a tener a los B-52 con carga nuclear y disponibilidad absoluta. Se está renovando un edificio, junto a una de las nueve pistas de despegue, en el que dormían los pilotos durante la Guerra Fría, según la información de Defense One. Se están instalando camas para más de 100 militares y zonas de recreo.
Barksdale fue una de las 11 bases en las que durante casi cuatro décadas estuvieron apostados los bombarderos nucleares, pretendido símbolo del poderío militar estadounidense, ante la posibilidad de que fueran utilizados en respuesta a un ataque de la Unión Soviética. De 1955 a 1968, los B-52, cargados con bombas nucleares, sobrevolaban EE UU para estar plenamente operativos y ganar tiempo en caso de un asalto sorpresa del bloque comunista. De 1968 a 1991, al remitir la amenaza, se decidió acabar con los vuelos y dejar los aviones en tierra pero garantizando que estuvieran siempre disponibles para despegar y soltar el devastador artefacto.
EU utilizó aviones B-29 en sus dos lanzamientos de bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial. Murieron cerca de 129.000 personas y los destrozos fueron apocalípticos. Son las únicas dos veces que el hombre ha usado un arma nuclear contra la población. Los ataques desataron una carrera nuclear de las grandes potencias y convirtieron el rearme en el pilar de una estrategia de disuasión ante el enemigo.
El fin de la Guerra Fría impulsó la no proliferación nuclear y la reducción del arsenal de EE UU y la antigua URSS, aunque otros países adquirieron por primera vez armas nucleares. Sin embargo, el desarrollo atómico de Pyongyang, que ha probado con éxito misiles intercontinentales y amenaza con golpear la Costa Oeste de EE UU, ha puesto a Washington en máxima alerta.
El Pentágono ha acelerado en los últimos meses las pruebas con misiles que podrían alcanzar Corea del Norte o neutralizar un proyectil lanzado desde ese país. También ha reforzado su presencia militar en los alrededores de la península de Corea. Trump ha amenazado reiteradamente al dictador norcoreano, Kim Jong-un, con adoptar una acción militar, que tendría consecuencias devastadoras e inciertas. También ha desconfiado de que Irán cumpla el acuerdo internacional que rebaja su programa atómico.
“El mundo es un lugar peligroso y tenemos a gente que habla abiertamente del uso de armas nucleares”, dijo el general Goldfein en la entrevista. “Ya no es un mundo bipolar en el que estamos solo nosotros y la Unión Soviética. Tenemos a otros actores allí fuera con capacidad nuclear. Nunca ha sido más importante garantizar que hacemos correctamente esta misión”.