El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que las investigaciones por corrupción contra él lo han motivado a volver a aspirar a la jefatura de Estado, según dijo al propio juez del caso conocido como "Lava Jato", Sérgio Moro.

"Yo estaba cerrando mi carrera política desde hace tiempo, porque si hubiese querido ser candidato lo hubiese sido en 2014", dijo Lula durante un interrogatorio ante Moro en Curitiba, en el sur del país, según detalles de sus declaraciones revelados hoy.

"Pero ahora, con todo lo que está ocurriendo, estoy diciendo alto y claro que voy a querer ser candidato a presidente de la república otra vez", agregó.

El ex mandatario (2003-2010) compareció el jueves para declarar por primera vez ante Moro, el magistrado impulsor del caso sobre corrupción política "Lava Jato" ("Lavado de autos"), que investiga una enorme trama de fraudes en la petrolera estatal Petrobras.

Lula está acusado en cinco juicios, tres de ellos directamente por "Lava Jato" y dos de ellos por ramificaciones de la investigación.

En Curitiba, sede del tribunal de Moro, el ex presidente negó acusaciones de que aceptó sobornos de la empresa OAS - a través de la reforma de un apartamento en la costa de Sao Paulo - a cambio de un trato de favor a la compañía en sus negocios con Petrobras.

El primer cara a cara entre Lula, muy popular aún entre las clases más desfavorecidas, y Moro, celebrado en un emblema de la actual lucha contra la corrupción, electrizó el jueves a Brasil.

Miles de simpatizantes del ex mandatario, considerado el artífice del despegue económico brasileó de la década pasada, viajaron especialmente a Curitiba para mostrarle su apoyo. Según la Policía, en los actos participaron unas 5,000 personas.

Desde que empezaron las investigaciones contra él, Lula ha dicho ya en varias ocasiones que quiere volver a ser candidato presidencial de su Partido de los Trabajadores (PT), en la que sería su sexta postulación.

Los últimos sondeos lo dan como favorito para los comicios de finales de 2018, con hasta el 30 por ciento de los apoyos. Un condena en los juicios abiertos contra él podría inhabilitarlo o enviarlo incluso a prisión.