Esta enfermera no ganó el Maratón de Boston, pero sí el corazón de millones de corredores de medio tiempo
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Esta enfermera no ganó el Maratón de Boston, pero sí el corazón de millones de corredores de medio tiempo
Aunque la dos veces atleta olímpica, Desiree Linden, fue el primer lugar de la rama femenil en el Maratón de Boston y con ello se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar desde 1985 el lunes pasado, ella no fue la mujer protagonista del evento.
En segundo lugar llegó una total desconocida y que después se supo que su nombre es Sarah Sellers, quien completó los 42 kilómetros en dos horas, 44 minutos y cuatro segundos, tan solo unos minutos después de Linden.
Ella fue quien en verdad se llevó los corazones de todos, pues llegó a la competencia sin ser patrocinada por nadie, ella misma pagó los 185 dólares de su inscripción, además era el segundo maratón que corría a sus 26 años, el primero que corrió fue en Utah, lo ganó y fue así como pudo calificar para el prestigioso evento de Boston.
Sellers compitió en su época de estudiante en la universidad, pero nunca compitió a nivel profesional. Las constantes lesiones la orillaron a buscar otros horizontes, por lo que prefirió estudiar enfermería.
Incluso ni siquiera tenía pensado participar en el Maratón de Boston, ya que no había tenido una óptima preparación por su situación como enfermera y en la que tenía que levantarse a las 4 de la madrugada para correr unos cuantos kilómetros antes de entrar a las 6:30 horas de la mañana en el Banner Health Center en Arizona, donde es asistente de anestesiología.
Pero fue su hermano quien le insistió para que lo acompañara y terminó por aceptar.
"Mirando el campo de atletas reunidos ayer, me hubiera entusiasmado terminar entre los primeros 15", dijo después de la carrera a la BBC. "La gente sabía que yo corría, pero realmente me sorprendí, así que también los tomó por sorpresa a los demás competidores", dijo.
La edición número 122 del maratón más antiguo del mundo arrojó varios resultados sorprendentes, además de las adversas condiciones climáticas con las que se corrió, quizá la lluvia y viento frío contribuyeron a estas sorpresas que al final ayudaron a la enfermera.
La corredora etíope Mamitu Daska, que lideró gran parte de la carrera femenina, tuvo que retirarse antes del final.
"Se sintió como correr en una lavadora: viento y lluvia durante toda la carrera", dijo Sellers. "Antes de la carrera, estaba nerviosa por los desniveles. Pero cuando llegaron, había estado luchando contra el viento durante tanto tiempo que no se sentían como un problema”.
Por su parte el ganador de la carrera varonil, Yuki Kawauchi de Japón, también venció a los favoritos para proporcionar otra sorpresa.
Tampoco es un atleta de tiempo completo y trabaja 40 horas a la semana como empleado del gobierno, corriendo una vez al día.
Mientras entrenaba para la carrera, corrió un medio maratón en casa vestido como un panda.
Poco menos de 30 mil personas compitieron en la carrera del lunes, la quinta de la ciudad desde que un ataque terrorista en la línea de llegada en 2013 mató a tres personas.
La enfermera dijo a los medios que planeaba usar el dinero de su premio para pagar las deudas estudiantiles de ella y de su marido de la escuela de un postgrado.
Jornada de sorpresas en el Maratón de Boston
Y a pesar de quedarse con la medalla de plata de uno de los maratones más prestigiosos de todo Estados Unidos, tenía que reportarse este martes para trabajar en el hospital, por lo que simplemente sonrió ante los cuestionamientos de los periodistas de convertirse en profesional.
"Definitivamente voy a competir de nuevo. Antes de la carrera, no pensé que iba a pasar más allá. Voy a seguir compitiendo, me encanta".