Eso de eliminar el fuero
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Eso de eliminar el fuero
El fin de lo electoral está a la vuelta de la esquina. Entiendo que, en el ambiente, hay algo así como una necesidad de que el asunto se resuelva pronto: demasiadas promesas y ataques cansan. Me han dicho algo así como: “que ya sean las elecciones y se desate el infierno o lo que sea, pero que ya termine”. La agonía.
Insisto: lo importante es que el ánimo no decaiga y salir a votar. Llevarse a la familia, volverlo una disciplina y una fiesta. Y no porque así lo diga el órgano electoral o sus integrantes, lo comenten por mensajería de celular, apoyen candidatos por redes sociales o lo hayan aprendido en campañas de hace algunos años. Hay que salir a votar… y seguir participando contra todas las resistencias.
A lo largo de las semanas han sido muchos los temas en la agenda. No parece haber límites. La promesa que se enfrenta al desencanto de quienes son testigos de la misma historia inconclusa. Pero aun así, insisto, hay que salir a votar y seguir participando.
Entre la cartelera de la temporada, lo del fuero.
¿Hay necesidad de repetirlo? Quienes llegan a cierta posición gozan, en el ejercicio de su encargo, de una especie de excepción que dificulta ser procesados por delitos, garantizando así, un margen de maniobra: esto es el fuero.
En los últimos meses, a lo largo y ancho del País, se han presentado iniciativas para eliminarlo. Algunas veces hasta se han aprobado y, poco después, se ha celebrado como un triunfo a favor de… pues de la democracia, la ciudadanía o la justicia. La lista es tan larga como difusa.
Acá en Coahuila, sobre todo por el perfil de quien pudiera llegar al Congreso por la vía plurinominal, el tema fue noticia. Por un tiempo, al menos. Lo suficiente como para que se presentaran iniciativas, se dijera que lo importante es el servicio y no el fuero, se señalaran entre los actores diciendo que el otro es quien no quería tomar la decisión. Ese tiempo y después, el olvido.
Al respecto, algunos apuntes y opiniones.
En Coahuila, en el pasado reciente al menos, la primera iniciativa sobre eliminar el fuero fue presentada por el representante del partido local UDC. Así de claro. Lo hizo y nadie prestó atención ni se molestaron en darle trámite serio, seguir el procedimiento. Esto nos coloca frente a otro problema: si se viera el trabajo de la UDC, los temas y sus propuestas, daríamos cuenta del tremendo desperdicio en el que ha incurrido el Congreso del Estado por mandarlo todo al mayoriteo. En fin.
El problema no es el fuero, sino la impunidad. En un contexto nacional donde la centralización es la tendencia y el reacomodo de actores hacen prever concentraciones perjudiciales, lo que menos se necesita es que la oposición quede desprotegida. El problema no es la situación excepcional de la que gozan, sino los pocos que abusan. Para evitar eso de los pocos que abusan del fuero, la solución está en revisar el procedimiento (mayor agilidad, más objetividad, menos politiquería) no en eliminarlo.
Eso de quitar el fuero, en el contexto electoral, es mera propaganda. No hay intención verdadera, queda demostrado. No coincido en las razones que habrá pero, dado el panorama, creo es mejor quede como está.
¿Y sobre el caso particular, el de moda en Coahuila? Sólo puedo decir: hay que salir a votar y seguir participando. El fin de lo electoral está a la vuelta de la esquina.
@victorspena