Eslabones débiles vs eslabones fuertes
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Eslabones débiles vs eslabones fuertes
Hace unos días mi buen amigo Pepe Toño me recomendó un podcast de Malcolm Gladwell acerca de la educación en los Estados Unidos (http://revisionisthistory.com/about). La trama del podcast era si los billonarios deberían enfocar donativos a universidades que sí necesitan los donativos. Por ejemplo, qué tanto impacto tiene un donativo de 100 millones de dólares para Harvard, Yale o Stanford cuando estas escuelas ya tienen, cada una, en sus reservas más de 20 mil millones de dólares. El autor plantea la teoría de que la forma de mejorar notablemente la educación no es poniendo más recursos en las mejores universidades (o estudiantes), sino en mejorar aquellas universidades (y estudiantes) que se encuentran en los niveles más bajos.
Para demostrar su punto hizo referencia a estudios académicos que trataron de demostrar si un equipo de futbol debe gastar su dinero en contratar una estrella o en mejorar el nivel de los dos o tres jugadores más débiles sobre la cancha. Los resultados del estudio arrojaron que invertir en mejorar el equipo desde abajo es más efectivo para mejorar resultados, ya que un solo error puede significar el partido. En cambio, en la liga profesional de basquetbol, donde el jugador estrella es mucho más dominante y puede ir de un lado a otro de la cancha, la teoría no aplica igual. Es decir, el futbol es un deporte donde el eslabón más débil es más relevante en comparación al basquetbol en el que el eslabón más fuerte tiene mucho más peso en los resultados del equipo.
Vivimos tiempos de alta inequidad en muchas áreas de la vida humana. Entre naciones, entre países, entre razas, entre géneros, entre personas. No es ocioso pensar en aplicar esta teoría de los eslabones débiles o fuertes a nuestra vida cotidiana. En cierta forma lo hacemos inconscientemente (pero sin método) cuando definimos prioridades desde que nos levantamos de la cama. Tenemos que decidir cuál será el mejor uso de nuestro tiempo o si conviene gastar nuestra quincena en una u otra cosa. Todo el tiempo estamos decidiendo entre opciones y no necesariamente decidiendo correctamente, considerando también que la debilidad o fortaleza de los eslabones puede cambiar en el tiempo.
Si México, con recursos limitados y necesidades ilimitadas, tuviera que pensar en función de la teoría de los eslabones, nos tendríamos que hacer preguntas como: ¿invierto en publicidad para turismo –lo que seguramente es considerado un eslabón fuerte– o en equipar y mejorar la compensación de los policías –seguramente un eslabón débil–? Tal vez podamos equivocarnos en esta decisión por algún tiempo, pero tarde o temprano el turismo sin seguridad se acaba. ¿Invierto 100 millones de dólares en misiles y torpedos –como lo acaba de anunciar la Sedena– o mejor invierto en carreteras y puentes? ¿Sería nuestro Gobierno más efectivo, transparente y honrado si podemos agregar personas ejemplares arriba o si podemos quitar a lo peor de lo peor abajo? ¿Necesitamos un Gobierno que atienda prioritariamente a los más desprotegidos (eslabón débil) o que mantenga la teoría del “goteo” (trickle down en inglés) donde si los de arriba progresan, los de abajo ven beneficios? ¿Necesitamos una superestrella de presidente?
@josedenigris
josedenigris@yahoo.com