El secretario de Educación en el Estado, Jesús Ochoa Galindo, dijo que contratarán un vigilante que estará eventualmente durante las noches en la escuela Óscar Flores Tapia, luego de que el martes decidieran cerrar la escuela y dar clases en la calle por los constantes robos que han sufrido.

“Nosotros ya platicamos con ellos, se van a reintegrar a las clases. Quieren que una patrulla vaya todas las noches a hacer rondines, yo hablé a la Presidencia Municipal a hacer rondines. También se les va a poner (un vigilante), pero no de planta, va a ser eventual, porque no podemos poner un vigilante en cada una de las instituciones”, declaró el funcionario.

Ayer VANGUARDIA informó que los profesores de la escuela decidieron manifestarse dando clases en el exterior de la institución hasta que se presentaran las autoridades de le Sedu, pues pese a que sufrieron cuatro robos durante la semana pasada, no habían recibido respuesta.

Los alumnos, a falta del material que se les ha sido robando por la delincuencia que persiste en la colonia Zaragoza, estuvieron acompañados por los padres de familia en una explanada fuera del plantel educativo.

Fue alrededor de las 09:50 horas que se presentó Lili Fabiola de la Rosa, directora de Primarias Federales en Coahuila, quien indicó que se llevaría a cabo un dialogo para saber qué hacer, pero que debían ingresar a la institución educativa.

El Director de la institución educativa detalló que los ladrones han destrozado el material didáctico a todos los maestros, han robado todos los aparatos electrónicos como bocinas, computadoras, proyectores y micrófonos.

Añadió que los hurtos se han suscitado desde hace años, pero en ningún momento han tenido respuesta ni de la Secretaría, ni del Municipio para que haya más vigilancia por la zona. Consideró que el monto de lo robado y la reparación de los daños asciende a alrededor de 70 mil pesos.

“Nosotros queremos que nos pongan un vigilante en las noches. Ya vienen vacaciones y prácticamente nos roban en cada periodo vacacional”.

Los padres de familia se encuentran molestos, ya que ellos son parte de la institución al tener a los hijos en la escuela, y dijeron: “Lo que no se vale es que personas, vecinos de la zona se metan a robar y quiten a nuestros hijos la oportunidad de aprender para no dedicarse al robo”.

Los padres de familia y profesores de la institución coincidieron en exigir mayor vigilancia; fue uno de los acuerdos a los que se llegó luego de la mesa de diálogo que sostuvieron.