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“Escribir me sirve para entender mejor mi vida”: Sacher
Han pasado un poco más de tres meses desde que el escritor argentino Eduardo Sacheri ganó el premio Alfaguara con su novela inédita "La noche de la Usina". Ahora, desde la terraza de un hotel en Lima, dice que escribe para entender mejor su propia vida y que lo conmueven las historias y las vidas pequeñas.
Sacheri, autor de "La pregunta de sus ojos", novela que adaptada al cine ganó el Óscar bajo el nombre "El secreto de sus ojos", llegó al Perú para participar en la XXI Feria Internacional del Libro de Lima como parte de una gira acompañado de su libro, que relata la historia de un grupo de ciudadanos que padecen la estafa el "corralito" argentino y deciden rebelarse para defender lo suyo.
dpa: ¿Cómo vivió la crisis argentina de 2001?
La viví con mucha angustia y confusión. El dinero que teníamos ahorrado con mi mujer quedó dentro del "corralito" y después vino una enorme devaluación. Era como si todo se hubiera desintegrado dentro del banco, pero nunca perdí mi trabajo como profesor de historia. Hago esta aclaración en el sentido que la pasé mucho mejor que otros porque nunca me faltó un plato de comida.
dpa: ¿Alguna parte de "La noche de la Usina" se relaciona con las experiencias que tuvo en ese año?
Mis libros siempre tienen cosas mías, como mis preguntas y algunos modos de reaccionar que yo no suelo vincular con un personaje en especial, sino que salpico en distintos personajes. Pero en la primera parte del libro, cuando todavía no sucedió lo del "corralito", hay un par de personajes que ven un futuro negro y se ponen a pensar con desesperación cómo evitarlo. Eso lo viví, la desesperación de buscar y no encontrar.
dpa: ¿Por qué en su obra siempre aparecen los personajes "pequeños"?
Porque me parece que la vida es eso. La vida de casi todos nosotros es una pequeña y porque a mí escribir me sirve para entender mejor la mía. Lo que a mí me conmueve son esas vidas o en todo caso, esos momentos que habitan nuestras vidas en las que dejan de ser pequeñas fugazmente cuando tomás decisiones, conocés a ciertas personas, perdés a otras, atravesás fracasos que nos parecen definitivos. Si uno mira la vida desde la altura de la indiferencia, pues ninguna es interesante, pero yo creo que si uno acerca su foco de interés, eso cambia completamente.
dpa: ¿Se refiere a la esencia de las personas?
Lo que pasa es que para ver esa esencia tenés que aceptar y entender primero el foco de vos mismo y tener la paciencia de empezar a entender la esencia de otro.
dpa: ¿Eso es lo que hizo con cada personaje del libro?
No sé si sale, pero es la intención de que cada personaje muestre algún rasgo individual. Yo trato de conocer a mis personajes como conozco a las personas. Hay zonas secretas, zonas que intuimos, zonas sobre las que no preguntamos y con mis personajes me pasa lo mismo. Estoy seguro de que todos tenemos zonas secretas en las que cambiamos y evolucionamos en direcciones que para los demás permanecen en total oscuridad.
dpa: ¿Qué significó para usted ganar el premio Alfaguara?
Una alegría gigantesca porque tenía muchas ganas. Si no hubiera ganado esta vez, hubiera vuelto a intentarlo porque es un premio muy honroso y transparente. No me atrevería a decir que es justo porque siempre depende de la decisión de un jurado. Yo no me siento un gran autor, pero me encanta la sensación de que un libro mío esté en el mismo estante de la biblioteca donde hay grandes libros.
dpa: ¿Cuánto tiempo tardó en escribir "La noche de la Usina"?
Fuero unos dos años. Lo que pasa es que tuve una primera etapa exploratoria de mucho pensar sin escribir.
dpa: ¿Tenía momentos especiales para pensar?
En esos minutos antes de dormir, en la calle, caminando, en el auto, en cualquier momento, pero de manera muy inorgánica primero y después con un cuaderno, haciendo anotaciones. Yo necesito tener muy clara la historia antes de ponerme a escribir. Después de un año recién viene el segundo proceso que es técnico, que tiene que ver con el tiempo verbal, el registro del narrador, los diálogos, los problemas discursivos y lingüísticos.
dpa: Dos de sus libros han sido adaptados al cine, ¿algunos directores ya lo han contactado por "La noche de la Usina"?
Lo han hecho algunos productores, no directores y yo prefiero esperar un poco porque me parece un poco prematuro ese interés. Me interesa mucho quién la pueda dirigir y que sea el director quien se enamore de la historia porque es tan difícil hacer una película que yo creo que debe tener un director realmente muy entusiasmado. Al amor hay que darle tiempo.
dpa: ¿Cómo ve la literatura en América Latina?
Felizmente diversa. Creo que hay de todo. El problema lo tenemos los lectores porque no hay modo de abarcarlo todo, pero creo que hay una gran buena noticia que al mismo tiempo es riesgosa en el hecho de que hoy publicar es bastante más sencillo que en otros momentos. Hay un océano de libros donde es muy fácil que te pasen desapercibidas grandes cosas, pero creo que está bueno que haya lugar para todos.
dpa: ¿En qué está trabajando ahora?
Estoy terminando de escribir una serie de televisión para Chile basada en una novela de Isabel Allende que se llama "Inés del alma mía". Ya llevo un año escribiendo los guiones y terminando el proceso de revisión. Para mí es todo un desafío escribir algo episódico.
dpa: Con la experiencia que tiene, ¿qué le recomendaría a los escritores emergentes?
Que lean mucho, que traten de leer diverso porque las dos cosas afinan el oído y que acepten las críticas bien intencionadas, no las críticas pedantes y destructivas, que acepten las de alguien que lea sus materiales amorosamente. Los autores generamos un vínculo extraño con lo que escribimos, casi filial, de paternidad. Por un lado es posible que seamos muy autocríticos, pero también que nos cueste mucho sumar otras opiniones.