La figura del fotógrafo antiguo de Saltillo, es en la actualidad una especie de máquina del tiempo que por la nostalgia, la curiosidad y las ganas de saber sobre lo que muchos no alcanzamos a ver ni por asomo, hace búsqueda de un referente recopilatorio.

‘Escribidores de Luz’, es un libro en el que Ariel Gutiérrez Cabello, recopila el trabajo y la historia de fotógrafos que ejercieron en la ciudad entre los años de 1846 y 1920, mismo que fue publicado en la colección Agua Rodada de Acequia Madre, editorial del Instituto Municipal de Cultura. 

Para presentar el libro, estuvieron presentes Arturo Villarreal, Esperanza Dávila Soto y el mismo autor.

Dávila, aseguró que el trabajo de Ariel, resulta en un documento que muestra a través de un gran número de fotografías inéditas de hace más de un siglo y medio, creando una memoria visual de la ciudad, resaltando la habilidad del autor para estudiar las imágenes y colocarlas en un contexto. 

Señaló al catálogo como útil y grato a los ojos, permitiendo crear una lectura de la ciudad. “Su prosa, de un estilo muy visual, narra un panorama completo, del comercio en la ciudad y el entorno de la época en que se tomaron las fotografías”, mencionó.

Por ello añadió que se incluye a fotógrafos que estuvieron en la ciudad de manera permanente y temporal, una descripción de la profesión y muestra de algunos conocimientos necesarios. 

Por su parte el autor presentó un video, en el que a manera de documental, mostró el testimonio de los descendientes de algunos de los fotógrafos que incluye en el libro, y quienes relataron parte de la historia y las anécdotas de sus familiares, que van desde la quema de miles de fotografías de un sexenio de gobierno estatal, hasta la posa de desnudos de mujeres que trabajaban en la zona de tolerancia.

Mencionó además aspectos como que las fotos que incluye el libro, datan de antes de que el reconocido fotógrafo Carmona comenzara con su referente labor fotográfica en la ciudad, y que la recopilación le tomó entre 10 y 12 meses, en bazares, casas y aporte de otras personas.

“La fotografía tiene su epoca de oro en los años 20. La fotografía no es mejor ni peor ahora, simplemente es diferente. Aquí el fotógrafo era un personaje que ya no existe en la comunidad, quienes eran personas sensibles, ahora cualquiera es fotógrafo”, señaló el autor.

Destacó que la fotografía impresa y la preocupación de los autores por marcarlas por detrás, fueron un factor determinante para conocer factores como el contexto y las fechas exactas de las imágenes. 

Finalizó mencionando que la importancia de este libro radica en que Saltillo era una ciudad abastecedora, por lo que antes de 1880 sólo existían fotógrafos itinerantes, de paso. No sería hasta después de ese año que las primeras casas de fotografía se instalaron y hasta el año 1920 que la actividad se volvió más común.