Menciono tardía porque hace tiempo que el clan debió ser sacado de raíz del Gobierno. El ambiente electoral de Coahuila se calienta y va reduciendo las opciones y las maneras, por lo que el análisis se antoja reservado.

Los electores. Diferente al 2011, la base de electores pudo darse cuenta de las trapacerías cometidas por el clan. Por otra parte, las lideresas y sus agremiados dejaron de recibir los apoyos “de la gente”, por lo que el porcentaje de simpatizantes del PRI que surge del lumpen social disminuyó cuantiosamente.

Además, los jóvenes volverán a ser los fieles de la balanza y su preferencia está entre las 200 mil firmas que presento el “Negro” Guerrero al registro, pese a las amenazas que desde la UdeC (ya no es autónoma) han proferido el asustado Blasito Flores y la olla de grillos que lo acompañan, a los estudiantes de que a “huevo” deben apoyar a Riquelme, a costa de desaparecer expedientes, una maña en la que Salvador Hernández es especialista.

La maquinaria priísta que apoya al delfín y que presumía 400 mil votos se ha desgranado a partir de las elecciones internas que fueron la primera prueba; y en la medida en que Guerrero sube, automáticamente cae la gente que apoya a Riquelme y su fallido plan.

A través de las redes sociales, la sociedad reflexiona sobre lo que cada candidato significa y sólo falta la participación activa de esos electores a la hora señalada.

Aun cuando los tinacos y las despensas siguen su marcha, llegaron tarde a las zonas marginadas. Los activistas del partido en el poder no han sido lo suficientemente hábiles para garantizar que esos votos serán para el PRI.

Los árbitros. El Instituto Electoral local ya fue rebasado por la ambición y la ineficiencia. De los consejeros seleccionados, dos tienen dueño: la tamaulipeca López y el saltillense González, quienes han demostrado ser muy obedientes a los hilos que desde la Fundación Colosio son estirados. Situación que pone en riesgo la credibilidad de las funciones y la imparcialidad del organismo.

Se ha llegado a solicitar la atracción del INE para verificar los conteos rápidos y su intervención el dia de la elección.

A pesar de las múltiples pruebas presentadas ante los organismos de control electoral de la imparcialidad de los citados consejeros, continúan en sus funciones y esconden para el final su afinada trapacería.

Por la manera en que se han aceptado alianzas, las sesiones en las que la verdadera oposición muestra su rechazo a las acciones que se tratan de implementar, los partidos satélites “mayoritean” la votación y confirman la trampa.

Los mensajes. Riquelme está recurriendo al mensaje favorito de Rubén Moreira: expandir el miedo, amedrentar, que es la más básica y salvaje manera de captar votos a través de la ignorancia.

“Para que no vuelva el crimen organizado”, como si no supiéramos quiénes trajeron a los grupos criminales a esta tierra y la llenaron de sangre.

El PAN ha elegido el mensaje del empleo, de la salud y el combate a la corrupción. Guerrero refiere un gobierno honesto. A Guadiana todavía no se le puede interpretar el mensaje, pero implica el de estorbar. El del PT avienta escopetazos a lo que se mueva. La “primera comadre del Estado” quesque quiere meter a la cárcel a quienes robaron el fondo de pensiones de los maestros (la lista es larga y empieza por personajes del primer círculo de este y el anterior sexenio, por lo que su dedito dice: no).

Si bien es cierto el mensaje es de trascendencia a la hora de votar, ningún candidato ha referido la frase o slogan que convenza definitivamente al electorado.

No llega aún esa chispa que pueda prenderlos, siguiendo la teoría de Kissinger: “La sinceridad es relativa; en política, lo que le dices al electorado es la verdad, aunque no sea cierta”. Continuamos.