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¿Es posible que el problema en su relación sea usted?
Pregunta:
Ya pasé los 50, soy una mujer atractiva y en este momento estoy destruida porque el hombre con el que estaba saliendo, del que estaba enamorada y que decía amarme rompió conmigo el año pasado y todavía me siento horriblemente desgarrada. Sé que tengo una tendencia a hablar demasiado y a gritar y eso no me gusta de mí misma pero en realidad pienso que si me amaba, debía darme la oportunidad de aprender a resolver los desacuerdos de una manera más positiva.
Pero no me dio esa oportunidad.
Soy consciente de que también tengo problemas con la confianza, pero simplemente necesito un buen compañero para que esté conmigo y me ayude a superar esos problemas y a comunicarme mejor. Ahora pienso que en realidad nunca me amó porque no quiso quedarse conmigo para ayudarme. ¿Cómo puedo encontrar a alguien que me dé la posibilidad de hacer mejor las cosas?
Respuesta:
Yo supongo que al decir que “hablo demasiado y grito” usted tiene una tendencia inconsciente a hablar mucho, a enojarse fácilmente y a manejar mal las confrontaciones. También dijo que tiene problemas con la confianza, lo cual significa, supongo, que está inconscientemente al acecho del destrato y de insultos todo el tiempo, y que probablemente los descubre también con bastante frecuencia porque siempre encuentra lo que busca.
Voy a ser categórica con usted porque realmente quiero ayudarla. La verdad es que no puede esperar que nadie la ame lo suficiente como para soportar durante mucho tiempo el dramatismo, el miedo, una actitud defensiva constante, gritos y una conducta inmadura. Tendrá que trabajar seriamente en usted misma, aprender a procesar las emociones y situaciones en forma precisa y a transmitir cómo se siente con respeto hacia los demás. Gritar puede lograr que algunas personas la escuchen, pero le garantizo que a la larga hace que le pierdan el respecto (incluso sus hijos).
Tal vez haya aprendido que gritar y vociferar funcionaba para conseguir lo que quería cuando era pequeña, pero eso no funciona siendo adulta. Es hora de que crezca y se domine. Tengo algunas planillas de trabajo excelentes en mi sitio web para aprender a procesar las emociones que usted debería leer. Eso puede ayudarla a reconocer por qué se enoja tanto y descubrir mejores maneras de reaccionar.
Si se ofende y se siente maltratada y no puede manejar los desacuerdos o el destrato de una manera serena y respetuosa, es hora de que asuma parte de la responsabilidad por sus relaciones y deje de buscar a otros para culparlos.
Desde el nacimiento hasta los 7 años de edad, todo lo que vemos o experimentamos genera políticas, creencias o conclusiones sobre el mundo, nuestro valor, nuestra familia y cómo funcionan las cosas. También experimentamos con diferentes procedimientos o técnicas sociales y si algo funcionó (o lo vimos con más frecuencia) lo convertimos en nuestros procedimientos para tratar a los otros. Si una persona creció entre familiares disfuncionales, probablemente aprendió algunos procedimientos realmente malos, pero se puede cortar esa cadena y cambiar el comportamiento. Requiere trabajo, pero se puede.
Creo que cambiar su comportamiento subconsciente en las relaciones debe comenzar cambiando algunas de sus creencias fundamentales respecto de usted misma, los otros y la vida. Si ve estas cosas a partir del miedo, reaccionará mal ante la mayoría de las situaciones. Con mis pacientes, empiezo ayudándolos a adoptar estos dos principios o políticas básicos:
1. Su valor intrínseco no está en tela de juicio. Es infinito y absoluto y nadie puede disminuirlo con sus opiniones, palabras o acciones. Todos los seres humanos tienen el mismo valor, todo el tiempo, pase lo que pase. Usted es diferente de los otros (y experimenta un paso por el aula totalmente distinto) pero su valor es siempre el mismo. Comprender esto significa no considerarse insultada o enfadada cuando no les cae bien a otros, cuando no la aprueban o la critican.Estas experiencias son simplemente lecciones interesantes que la ayudarán en la práctica de sentirse fuerte, pero no afectan su valor.
Debe confiar en que esto es verdad todos los días y convertirlo en una de las políticas que gobiernan su forma de verse a sí misma y a todos los demás. Este principio aplacará su miedo de no ser suficientemente buena y ese miedo generalmente está detrás de casi todo mal comportamiento.
2. Está en el planeta para aprender y crecer en un proceso de llegar a ser. Todo lo que le sucede es la lección de hoy para llegar a ese punto. Estas lecciones son siempre oportunidades para que usted haga mejor las cosas y sea más sabia, cariñosa, fuerte y tenga más autodominio. Eso es precisamente el proceso de madurar. Sus familiares y amigos le sirven de profesores en su vida. Cuando la ofenden o la enfadan, simplemente es la oportunidad de hoy de practicar ser madura y astuta. Cuanto más trabaje para ver cada experiencia en forma precisa –como la lección del día- menos enojada y descontrolada estará.
Todos sufrimos hasta cierto punto (todos los días) de los mismos dos miedos fundamentales, el miedo al fracaso (no ser lo bastante buenos) y el miedo a la pérdida (que puedan quitarnos algo o ser tratados injustamente). La mayoría de nosotros somos más sensibles a uno de los dos. Usted puede preguntarse “¿Me siento más molesta generalmente por sentirme insultada o por no ser lo bastante buena? ¿O porque siento que me quitan algo o me tratan mal?” Cuando entienda cuál es el mayor disparador para usted, también sabrá en cuál de los dos principios mencionados anteriormente necesita trabajar más.
Si se siente insultada fácilmente, esfuércese en ver a todos los seres humanos con el mismo valor infinito. Si siente más la pérdida, practique ver su vida y todo lo que ocurre como su aula perfecta todos los días. Estas cosas la ayudarán a reaccionar menos en forma excesiva y volverse más madura y serena.
También le recomiendo que analice la posibilidad de una terapia o de asistir a clases sobre relaciones, comunicación y técnicas de atención plena. Marcarían una diferencia enorme en su próxima relación. También creo que es hora de que deje atrás el dolor por la última. Fue una lección y le enseñó algunas cosas, pero es hora de que avance y confíe en que tiene cosas mejores por delante.
Usted puede hacerlo.