El domingo por la noche, mientras los Raiders regresaban a Oakland desde Denver, su futura casa se puso en peligro cuando una persona abrió fuego contra una multitud que presenciaba un concierto en el Casino Mandalay Bay.

El Mandalay Bay se encuentra justo al otro lado del lugar en donde se planea que exista el estadio de los Raiders de Oakland. 

Ahora surge una pregunta. ¿Las Vegas será un lugar seguro para los Radiers? 

Es casi imposible que exista una tragedia en los estadios de Estados Unidos debido a la seguridad en los escenarios deportivos. 

Después de los ataques en París, que dejaron al menos 129 muertos, la NFL intensificó su seguridad. 

El ataque en Francia estuvo a las afueras del estadio donde Francia jugaba un partido de futbol con Alemania.

La NFL tiene detectores de metal obligatorios en todos sus juegos y emplea múltiples niveles de seguridad perimetral externa en los estadios.

Pero en Estados Unidos es muy común la práctica del "Tailgating" donde los aficionados llegan con sus autos y ponen su parrilla mientras beben cerveza y los aficionados podrían discutir hasta llegar a activar un arma de fuego. 

Los Raiders declararon sobre la tragedia en Las Vegas y pusieron todo su corazón en su próxima sede.

"La familia de los raiders está conmocionada y entristecida por la tragedia en Las Vegas y nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas, las familias y los socorristas. El corazón de la Raider nation va a Las Vegas", declararon.

También donaron $50 mil dólares al Fondo de Víctimas de Las Vegas.

La construcción del nuevo estadio está programada para comenzar a principios de 2018 con la esperanza de que esté listo para jugar en 2020.

Coahuila estuvo en alerta

En Coahuila la tragedia ha estado cerca de los estadios de México sin llegar a tener consecuencias. 

Enl 20 de agosto del 2011, el TSM, casa del Santos Laguna, vivió momentos de pánico luego de que se registrara una balacera a las afueras del estadio.

Tres vehículos con sujetos armados se enfrentaron a policías municipales que se encontrabane n un retén. 

Se jugaba un partido entre el Santos Laguna ante Morelia y al minuto 40 el partido se vio interrumpido.

Luego de las detonaciones, los jugadores corrieron hacia el tunel mientras cientos de personas se escondían debajo de las butacas del inmueble.

El caos provocó que los seguidores ingresaran hasta los vestidores y otros brincaron a la cancha por su seguridad. 

Un año más tarde, Saltillo vivió momentos de pánico cuando los Saraperos jugaban contra la Liga Saraperos en el Parque Abraham Curbelo y se esucharon detonaciones de arma de fuego.

Cerca de 500 aficionados tuvieron que esconderse entre las butacas para resguardar su seguridad.

El autobús en el que viajaba el equipo recibió algunos impactos de bala sin que se reportaran lesionados. 

El sonido del parque pidió a la gente que se echara al piso y permaneciera en calma.