¡Es la deuda de Coahuila, estúpido!
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¡Es la deuda de Coahuila, estúpido!
Hablemos de lo verdaderamente importante: la deuda pública del estado.
El pasado 21 de junio, dos días antes del partido entre la Selección Mexicana de Futbol y Corea del Sur, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por unanimidad subir la Tasa de Interés Interbancaria (TIIE) en 25 puntos base, a un nivel de 7.75 por ciento.
Qué significa eso, se preguntará usted.
Muy sencillo: que las deudas contratadas a tasa de interés variable, como la de Coahuila por ejemplo, costarán más, se amortizarán menos y tardarán más tiempo en saldarse.
Una desgracia para la entidad, pues.
El porcentaje al que llegamos, cabe señalar, es el más alto desde 2009, cuando la crisis estadounidense obligó a tomar medidas drásticas en la economía nacional. Esta vez el motivo del incremento es un alto riesgo de inflación. La disminución acelerada del poder adquisitivo de nuestra moneda. Banxico está tirando peso muerto al mar con la esperanza de que no se hunda el barco, por decirlo de otra forma.
Y no, no empecemos con cuentos: esto nada tiene que ver con la inminente asunción de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
El caso es que de junio 2017 a la fecha la TIIE pasó de 6.75 a 7.75 por ciento. Ese punto porcentual, por pequeño que parezca, implica desde menos políticas públicas hasta problemas de liquidez y, en un caso extremo, la imposibilidad de cumplir obligaciones para el Gobierno del Estado.
Me explico. La Secretaría de Finanzas había estimado erogar 3 mil 201 millones 883 mil 523 pesos de intereses de la deuda en 2018. Con los ajustes a la tasa de interés, que había sido previamente aumentada en febrero de 7.25 a 7.50, la nueva cantidad anual que gastará rondará los 3 mil 500 millones de pesos.
Eso equivale a que 300 millones de pesos más del erario, no contemplados, irán a parar al caño.
Si le resulta insignificante la cifra, ahí le va un dato para dimensionar: en 2018 presupuestaron 264 millones 072 mil 551 pesos para “amortización de la deuda pública”; o sea lo que le bajamos al total, en números reales.
Eso significa que al final de 2018 será mayor el dinero tirado a la basura por causas externas (300 millones), con el cual no contábamos, que los pesos etiquetados para reducir el capital (264 millones).
Cada catarrito del Banco de México nos está obligando a gastar más en intereses, y es cada vez más difícil disminuir el adeudo. Y utilizo “nosotros”, pues los recursos son nuestros, de los coahuilenses. El Gobierno del Estado sólo los administra.
Pero no es el único inconveniente. Del cierre del ejercicio fiscal 2016 al primer trimestre de 2018, el “servicio de la deuda” para Coahuila se ha incrementado 41.4 por ciento debido a los últimos créditos (350 millones de pesos pedidos el 8 de junio, cuatro días después de las fraudulentas elecciones de Gobernador, y 980 millones de pesos el 7 de diciembre de 2017, siete días después de que Miguel Riquelme tomó posesión de la gubernatura).
Nuestra entidad es la tercera del país donde más creció el “servicio de la deuda” en ese periodo, sólo por detrás de Hidalgo y Sonora.
¿Necesitaba elementos objetivos para valorar el sentido de su voto?
Aquí tiene uno. Tómelo en cuenta.
CORTITA Y AL PIE
Tengamos memoria: 18 mil millones de pesos obtenidos a base de créditos nunca entraron a ejercicio fiscal, es decir, no hay registro de su aplicación. La cuenta pública de 2010 (el año del desastre financiero) está reservada hasta 2019, y se han pagado alrededor de 25 mil millones de pesos de puros intereses, de 2011 a la fecha.
¿Si recuerda el emblema del partido que formó Gobierno y ocasionó lo anterior, verdad?
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
Se cumplen 18 años de la primera alternancia presidencial, en 2000. En 2018 alcanzamos al fin la mayoría de edad. No somos un país democrático aún, el Estado de derecho es una ficción jurídica, sin embargo, tenemos la oportunidad, más coyuntural que racional, más circunstancial que organizada, de impulsar un nuevo proyecto de nación.
Ha sido un proceso electoral particularmente violento para los candidatos y especialmente polarizador para los ciudadanos. Comportémonos como adultos. Como el enterrador del PRI a nivel nacional, y su catalizador del principio del fin, a nivel estatal.
Hoy no puede ser de otra manera.
@luiscarlosplata