Me apena que la Iglesia se preocupe tanto por la educación sexual: obispo Raúl Vera
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Me apena que la Iglesia se preocupe tanto por la educación sexual: obispo Raúl Vera
Es conocido por su trabajo pastoral, por la atención que pone en grupos vulnerables y por su activismo social. Tanto que ha sido llamado “el pastor de los derechos humanos”. El nombre del ahora Obispo de la Diócesis de Saltillo, José Raúl Vera López, comenzó a resonar en 1995, cuando denunció actos de violencia, explotación y discriminación de las minorías que habitan en San Cristóbal de las Casas, en su papel como Obispo Coadjutor.
A propósito de las marchas convocadas por el Frente Nacional Por La Familia, buscamos a quien fuera candidato al Premio Nobel de la Paz en 2012, para que nos diera su opinión respecto al tema de los matrimonios igualitarios y al papel que juega la Iglesia dentro del rechazo a la iniciativa presentada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Entrevistado vía telefónica por el HuffPost México, el obispo de Saltillo enfatizó que le da mucha pena que a la Iglesia le preocupe tanto el tema de la educación sexual, "cuando en el País se está haciendo una propuesta de modelo educativo para privatizar la educación, para quitar la educación gratuita, para expulsar a los maestros de las escuelas".
No sólo se trata de la propuesta sobre el Modelo Educativo y los libros de texto publicada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, también está la “ideología de género” de la que tanto habla el Frente. Al respecto, el obispo explicó: “Lo que pasa es que queremos dar por descartado que existan los homosexuales, los bisexuales, los transgénero. Existen y no porque no los queramos ver van a desaparecer de un plumazo”.
El que fuera fundador de la comunidad de diversidad sexual “San Elredo” en 2002 señaló: “Tenemos un problema grave porque no estamos entendiendo que la homosexualidad es un tema antropológico no un tema que ellos eligen”.
Sobre las marchas del 10 de septiembre y la que habrá el 24 de septiembre, el obispo lamentó que lo único que hagan sea atizar la homofobia, el odio, la discriminación y la exclusión: “Está muy reducido el código moral con el que estamos actuando como Conferencia”.
A pesar de que la Marcha Por La Familia y quienes participan en ella insisten en que no están en contra de las uniones homosexuales, el rechazo a la iniciativa en favor de los matrimonios igualitarios envía un mensaje en contra de la comunidad LGTBI. “Soy partidario de que tenemos que cambiar nuestros criterios. No tenemos derecho a dejarlos solos, a negarles que tengan una familia, un lugar sereno en dónde vivir y realizarse”.
Vera López agregó que “es innegable que la Iglesia está detrás de las marchas”, es sólo que sus miembros “ya le tenemos miedo a los problemas legales en los que nos estamos metiendo con la CONAPRED”.
El obispo hizo un llamado a la comunidad católica no sólo a dejar de negar la condición natural de la homosexualidad sino a acercarse a este sector de la población. Pidió conocerlos en lugar de estar reproduciendo tabúes: “He trabajado con ellos. He visto las personas que son, su honestidad, su capacidad de construir la vida. Es muy doloroso que estemos hiriendo a las personas en lugar de, con toda seriedad, encontrar un camino juntos”.