¿Es este el responsable del sobrepeso mundial?

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¿Es este el responsable del sobrepeso mundial?

Foto: Especial
Desde hace 40 años se cree que el mayor responsable del sobrepeso son las grasas y el colesterol, pero parece haber un enemigo escondido mucho más dañino. Y a ti te encanta

Según sugieren cada vez más estudios, el azúcar procesado nos envejece prematuramente, nos arruga y nos deja obesos. Pero su posición de Enemigo Público No. 1 de EU es relativamente nueva, a pesar de las advertencias hechas por un científico británico hace medio siglo.

Ya en 1957, el Dr. John Yudkin propuso que el mayor peligro para la salud no eran las grasas de las dietas sino el azúcar, informó el diario británico The Guardian este mes. Pero el libro “Pure, White and Deadly”, publicado por Yudkin en 1972, fue ignorado por la mayoría de sus colegas, que en aquel entonces impulsaban una dieta con pocas grasas como solución para los problemas de salud del mundo.

Para cuando Yudkin se jubiló, “tanto la teoría como el autor habían sido marginados y ridiculizados”, escribió Ian Leslie de The Guardian. “Recién ahora se está devolviendo el trabajo de Yudkin, de forma póstuma, a la corriente científica dominante”.

El trabajo del británico tiene un defensor: Robert Lustig, uno de los paladines más destacados en la cruzada actual contra el azúcar, cuya conferencia “Sugar: the Bitter Truth” fue vista más de 6 millones de veces en YouTube. Irónicamente, Lustig ni siquiera había oído hablar de Yudkin hasta hace unos siete años. Cuando finalmente dio con su trabajo, pensó: “Rayos. Este tipo llegó a esa conclusión 35 años antes que yo”, escribió Leslie.

Si los argumentos de Yudkin hubieran tenido más peso que los de la brigada anti grasa, quizás podría haberse evitado la crisis de la obesidad, sugiere la nota de The Guardian.

En 1980, cuando EU emitió sus primeras orientaciones alimenticias (el Reino Unido haría lo mismo tres años más tarde), el gobierno les dijo a los estadounidenses que comieran menos grasas y colesterol. Ellos obedecieron y así empezó la locura por los alimentos bajos en grasa. “Pero en vez de sanar, engordamos y nos enfermamos más”, escribió Leslie.

“Observe un gráfico de las tasas de obesidad en la posguerra y queda claro que algo cambia a partir de 1980. En EU, la línea aumenta muy gradualmente hasta a principios de los ochenta, cuando despega como un avión. Sólo el 12% de los estadounidenses eran obesos en 1950; en 1980, el 15%; y para 2000, el 35%”, afirmo The Guardian.

“(…) en el mejor de los casos, podemos concluir que las directrices oficiales no lograron su objetivo; en el peor, que provocaron una catástrofe sanitaria que duró décadas”.

Desde entonces, las orientaciones alimenticias de EU, que son actualizadas cada cinco años, cambiaron, aunque Yudkin, fallecido en 1995, no vivió para ver la aceptación general de sus advertencias. 

En la última edición, publicada en enero, las orientaciones eliminan advertencias hechas anteriormente sobre el colesterol e instan a limitar el azúcar. El azúcar agregado —o sea, el que no se encuentra naturalmente en los lácteos o las frutas— debería representar menos del 10 por ciento de nuestro total calórico, sostiene ahora el gobierno.

Cuando bajemos el consumo de azúcar, los resultados se notarán rápidamente, afirma un estudio de 2015. Lustig y otros investigadores pusieron a 43 niños a dietas bajas en azúcar y monitorearon los efectos durante diez días. Descubrieron que la presión sanguínea de los niños bajaba y muchos adelgazaban a pesar de consumir el mismo número de calorías.

Otro estudio publicado el 18 de abril en la revista académica Pediatrics sugiere que los niños amantes de los alimentos con mucha azúcar presentan un mayor riesgo de obesidad que los que prefieren lo salado.

Entretanto, un nuevo análisis de un estudio hecho hace cuatro décadas reveló que una dieta baja en grasas no reducía la mortalidad y que la gente cuyo colesterol más caía durante el estudio era más propensa a morir. En algún lugar, Yudkin está sonriendo.