Es el cinismo, estúpido
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Es el cinismo, estúpido
De acuerdo con la Real Academia Española, la palabra cinismo significa “desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables” (o criticables); “impudencia”, “obscenidad descarada”.
Esta semana se destaparon despilfarros en gasto de publicidad de dependencias federales. Duele especialmente el caso de la SEP, ya que es por todos conocido que el nivel educativo en México está muy por debajo de la media en estudios internacionales serios, como el de los exámenes PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de la OCDE en 2015. Ahí, la OCDE publica que México tiene 0.6 por ciento de sus alumnos con nivel excelente en al menos una asignatura (Matemáticas, Lectura, Ciencias), cuando la media es de 15.3 para la OCDE y 39.1 por ciento para el país mejor calificado (Singapur). Estamos cerca de países como Costa Rica (0.9), Perú (0.6), Túnez (0.6), Indonesia (0.8), Turquía y Albania nos ganan por cerca del triple (1.6 y 2.0, respectivamente); Trinidad y Tobago tiene siete veces más estudiantes excelentes (4.2) y nos quedamos muy lejos de España (10.9), Polonia (15.8) o Corea (25.6).
En 2016 y 2017, la SEP, bajo el mando de Aurelio Nuño, uno de los colaboradores más cercanos de Enrique Peña Nieto (EPN), erogó 3 mil millones de pesos en gastos de publicidad cuando tenía un presupuesto aprobado de 147 millones. Es decir, gastó 20 veces más de lo aprobado en publicidad. Casualmente, ese gasto millonario coincide con los tiempos en los que el señor Nuño todavía se barajaba como uno de los posibles precandidatos del PRI a la presidencia de la República en 2018. De consolación, acabó de coordinador de campaña del candidato José Antonio Meade. No fue el único. José Narro en la Secretaría de Salud (también se sentía con aspiraciones presidenciales) gastó casi 2 mil 700 millones en publicidad, 18 veces más del presupuesto aprobado de 147 millones. Casual y misteriosamente el escándalo que se debió hacer por esa malversación descarada de fondos quedó sepultado por la renuncia a la candidatura de Margarita Zavala en los mismos días (¿Caja China?).
Para cerrar con broche de oro, el presidente EPN nos regaló el viernes este monumento al cinismo: “La impunidad y la corrupción se incrustan en la sociedad cuando sus instituciones son débiles o deficientes. Estos males no desaparecen con buenos deseos, sino con instituciones que garanticen el cumplimiento de la ley”. “Esta ley (de Mejora Regulatoria) es un antídoto, hay que decirlo, contra la poca transparencia, la opacidad, contra la corrupción, contra la arbitrariedad, contra la ineficacia, contra la incongruencia y la falta de ética en el servicio público”.
El País debería estar ofendido. Los empresarios que le dijeron “Así No” a AMLO en un desplegado no publicaron desplegados y su silencio aturde. Por algún motivo no queremos ver el espejo retrovisor y darnos cuenta de la zona de desastre que es ya la educación y el manejo de los dineros públicos. No se dan cuenta quienes controlan el sistema hoy en día que eso es lo que tiene a los ciudadanos hartos. El robo, el abuso y de que nos vean constantemente y sin mesura la cara de idiotas. Al estilo de la frase “it’s the economy, stupid” de la campaña de Bill Clinton en 1992, yo le digo a quienes tienen miedo que gane AMLO: “es el cinismo, estúpido”.
–#tuGobiernoteCreeIdiota–
@josedenigris