¿Es discriminado Coahuila en el presupuesto federal para el ejercicio 2021?

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¿Es discriminado Coahuila en el presupuesto federal para el ejercicio 2021?

El actual contexto que enfrenta la economía nacional está lleno de incertidumbre; para el próximo año por la recesión económica atípica que existe debido al parón económico incitado por el Estado mexicano, esto fue por salvaguardar la salud de las y los trabajadores deteniendo hasta el 90% de las actividades productivas, comerciales y distributivas.

Las estadísticas disponibles presentan un escenario catastrófico en los dos primeros trimestres del año, sin embargo, las cifras se limitan a no presentar un proceso histórico real que determine un cambio estructural en las relaciones socioeconómicas. En consecuencia, la caída fatal del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año es 18.7% con respecto al mismo periodo de 2019, situándose como la peor contracción económica desde que se tiene un registro en un trimestre; y la caída acumulada del PIB en el primer semestre del año fue de 10.6%, en comparación al mismo semestre de 2019, esto originó la peor crisis económica de la historia de la estructura socioeconómica capitalista en México desde 1932. Con respecto a lo anterior, los pronósticos de la dinámica económica para el último trimestre del año -junto con el primer trimestre de 2021- no es nada alentador para la economía del país.

De manera que, el panorama económico actual causó una menor recaudación fiscal federal que en comparación con el ejercicio de 2019 contra el Presupuesto de Egresos de 2020 y con ello el cierre total o parcial de empresas, disparando el desempleo a niveles históricos en 33% con respecto al primer trimestre de 2020 -antes de la pandemia-, ocasionando un fuerte desequilibro de la demanda privada de bienes y servicios en el segundo trimestre del año con 20.6%, en comparación a 2019 (INEGI), generando un déficit presupuestal de 547 millones de pesos con respecto a 2020 por la poca recaudación de impuesto al ingreso -sueldos y salarios de los trabajadores-, al valor agregado por el aumento desenfrenado del desempleo y la migración de empresas al sector informal.

Ciertos factores definieron la actual recesión que, en principios, no son determinantes para la actividad económica, sin embargo, estos lo son para el pleno desarrollo de la sociedad tal y como la emergencia sanitaria que sobrepasa los límites de la lógica económica. Una variable exógena que determinará las relaciones socioeconómicas es un posible rebrote de Covid-19 para el mes de noviembre, que ocasionaría detener nuevamente la actividad económica hasta no tener una vacuna confiable. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como “endémico”, es decir, que convivirá con la humanidad como parte de nuestra cotidianidad.

Ante tal falta de certeza económica para el próximo año el gobierno de la Cuarta Trasformación ha propuesto al pleno de la Cámara de Diputados un “presupuesto austero” para el ejercicio 2021, con reducciones de presupuesto en todas las dependencias de primer nivel de gobierno y la desaparición de 14 subsecretarías de gobierno, del mismo modo, optó por reducir las participaciones a las entidades federativas y municipios con respecto a 2020.

Sin embargo, el presupuesto atiende tres áreas urgentes y concretas: acceso a la salud con aumento del 9.1% para el ejercicio presupuestal 2021, seguridad pública con un aumento de 8.6% con respecto al 2020, y para proyectos de inversión y desarrollo con 107.2 mil millones de pesos, principalmente en el sureste del país, porque en la historia reciente del régimen de acumulación neoliberal, hubo un crecimiento económico nacional promedio anual de 2.5% con fuertes periodos de estancamiento, no obstante, el sureste mexicano -en comparación con el norte del país-, no solo se estancó económicamente anulando la contribución a la economía nacional, sino decreció, sin desarrollar infraestructura productiva sólida, que desató carencias sociales y estructurales bastante graves. Por tal motivo, el presupuesto en principio es dirigido a combatir las problemáticas urgentes y de fondo del país.

En este escenario Coahuila no es la excepción con una reducción presupuestal de 6.9% en relación a 2020, sin embargo, el estado obtuvo aportaciones extraordinarias de manera directa en los meses de abril-julio para el combate a la pandemia “a más de 20 mil Mypimes, en promedio de 25 mil pesos cada uno” (https://bit.ly/3cxUpf6 véase el siguiente video en el minuto 1hr 14min - 1hr 20min). No obstante, es necesario precisar ciertos matices en este contexto de la nueva normalidad y el escenario económico actual en el estado: si bien, la contribución de Coahuila a la economía nacional es relativamente alta en comparación a otros estados -3.2% del PIB- es a su vez una entidad con alta bonaza económica que se puede expresar en desarrollo y bienestar social, por lo que no es completamente necesaria la intervención del Estado -Gobierno federal- para dinamitar la economía para la prosperidad, aunque la anterior afirmación es obstinada, porque el estado de Coahuila presenta muchas problemáticas históricas sin resolver, por ejemplo, el drenaje pluvial en la Región Sureste del estado.

A pesar de esto, el Gobierno estatal prefiere gastar el presupuesto del estado en acciones banales y extravagantes como el gasto en publicidad oficial -promoción de la figura del gobernador- en medios de comunicación digital y convencionales en 415 millones 741 mil 386 de pesos (cantidad que equivale a un millón 522 mil pesos diarios) que en atender los problemas urgentes de la entidad. Además, una característica general de las entidades es depender del presupuesto federal y no generar sus ingresos propios; Coahuila no es excepción, pues tiene un mal manejo de la recaudación fiscal tanto federal como estatal y prefieren dejar de cobrar impuestos para seguir manteniendo a su partido en el poder, que tener ingresos propios y una fuerte dependencia hacia la federación, en consecuencia, resulta contraproducente al mediano plazo dejar de obtener ingresos propios para seguir alimentando el populismo político.