En lo particular, cuando era niña mis padres nunca nos inculcaron la creencia de Santa Claus o Papá Noel. Aunque mi abuelo paterno junto con una de mis tías nos encerraban en un cuarto a todos mis hermanos y a mis primos a las doce en punto de la noche, para que escucháramos las campanas de Santa como señal de que acababa de aterrizar junto con sus renos en el techo de la vivienda, para luego escuchar su “jo,jo,jo” y nuevamente las campanas de despedida, y varios de mis primos se emocionaban por lo que su imaginación generaba en sus mentes.

Yo no entendía cómo era posible que creyeran en un señor gordo que no tenía nada que ver con la historia de navidad que yo me sabía. Sin embargo siempre respeté eso no emitiendo mi opinión, y también un poco por la cara de emocionado de mi abuelito y mi tía, ellos dos eran los más contentos y se me hacía de mal gusto quitarles esa ilusión, porque estaba segura de que no lo hacían con mala intensión.

Sin embargo algunos niños no lo ven de la misma forma, ya que mientras tienen esa fantasía son muy felices pero cuando pasa el tiempo y algún amigo les dice la verdad o sus propios padres lo hacen, se sienten traicionados por haber sido engañados tantos años.
Por una parte, como padre de familia, quieres que tus hijos tengan esa misma sensación que tú cuando niño pero por otra tienes miedo a mentirles. Al respecto, expertos en la materia han expresado su opinión.

“No creo que podamos decir que se trata de algo bueno, pero definitivamente no es algo dañino”, aseguró la Psicóloga Clínica del Centro de Estudios Infantiles de Nueva York, Stephanie Wagner y añadió “La navidad une a las familias y las creencias refuerzan estos lazos”.

El Doctor Matthew Lorber, psiquiatra infantil del Hospital Lenox Hill de Nueva York, apoya esta idea al decir “no creo que sea dañino para los niños creer en el mito de alguien que trata de hacer feliz a la gente”. Lo cual es parte de la imaginación del pequeño, misma que forma “parte normal del desarrollo y ayuda a estimular las mentes creativas”.

También agrega el doctor “Santa Claus es solo una figura mítica que muchos niños creen, junto con el Hada de los dientes, el Conejo de Pascua y otros cuentos, los niños usan su imaginación todo el tiempo, incluso si saben que las creaciones resultantes son ficción. Cuando los niños juegan a policías y ladrones, ellos saben que en realidad no son policías o ladrones”.

De acuerdo a estos dos expertos lo ´bueno´ y lo ´malo´ es relativo, porque si te enfocas al ámbito estrictamente de salud dejan muy claro los dos que no le afecta en nada, sino todo lo contrario, fomenta su creatividad.

Por otro lado el hecho de saber que hay un hombre que cada navidad le gusta premiar a los niños por su buena conducta todo el año con juguetes le manda un ejemplo de la existencia de la bondad en los seres humanos y genera ganas por portarse bien aunque se unas semanas previas a navidad. Ahora que si tu temor es que te pueda odiar para el resto de sus días cuando se entere de la realidad, solo recuerda la magia que tú viviste en estas fechas y lo mucho que les agradeces a tus padres por haberte regalo esos instantes.