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Erin O'Flaherty, la primera lesbiana en el concurso Miss America
Erin O'Flaherty tiene 23 años, grandes ojos azules enmarcados por largas pestañas, melena rojiza y un cuerpo en los cánones de lo que muchas mujeres consideran envidiable.
Miss Missouri aspira este domingo a ser declarada como la mujer más bella de Estados Unidos en la final del concurso Miss America, que se celebra en Atlantic City. Hasta ahí, una historia similar a la de las otras 51 aspirantes.
Lo que marca la diferencia en ella es que es la primera en los casi 100 años de historia del certamen que se declara lesbiana abierta y públicamente. El concurso está siendo objeto de gran atención en esta edición gracias a ella.
"Poder ser Miss America como mujer gay significaría mucho para mí, porque realmente siento la responsabilidad de que la comunidad LGTB esté orgullosa y de hacer historia y romper otro techo para una minoría", asegura. Ha recibido críticas y mofas, pero sobre todo mensajes de apoyo y respeto.
Antes que ella quisieron llegar a Miss America otras mujeres que declararon públicamente ser lesbianas: Mollie Thomas intentó en 2012 ser coronada Miss California y un año después, Analouisa Valencia probó en Carolina del Sur. Ninguna lo logró, por lo que ninguna llegó al certamen final.
Fuera de Estados Unidos sí hubo casos de lesbianas que consiguieron importantes títulos en el mundo de los concursos de belleza. La española Patricia Yurena alcanzó de hecho en 2013 la máxima de las coronas: la de Miss Universo. Pero no declaró públicamente su orientación sexual hasta después.
O'Flaherty, que creció en una granja y vive en un estado conservador, salió del armario hace cinco años, cuando contaba con 18 y estudiaba en la Universidad de Central Florida. Fue con aquella edad cuando participó también en el primer concurso de belleza.
"Es muy difícil aceptarse a una misma y dar el salto y mostrarse abiertamente porque una quiere aceptarse antes de que el mundo tenga oportunidad de aceptarlo. Y mi familia me hizo muy fácil hacerlo", declaró en junio.
El 18 de ese mes fue coronada Miss Missouri entre lágrimas y enfundada en un vestido largo con falda de terciopelo azul y cuerpo de lentejuelas que dejaba al aire parte de su espalda.
Una de las máximas que la ha guiado en este camino es que el éxito no se consigue sin ser una misma. "No quiero esconder una parte de mí misma y estoy muy orgullosa de ser gay", afirma.
Con su reivindicación, O'Flaherty ha dado cierta significación política a esta edición del concurso de belleza que como otros certámenes de este tipo reciben críticas y acusaciones de sexismo por la imagen que proyectan de la mujer.
"Si va a seguir existiendo de todas maneras, debe ser representantivo de todas las mujeres", citó "The New York Times" a Kate Kendell, directora del Centro Nacional por los Derechos de las Lesbianas.
Paradójicamente, O'Flaherty ha convertido un certamen basado en estereotipos de belleza en una plataforma para romper con la imagen que aún hay quienes asocian a las lesbianas: el de mujer de pelo corto sin maquillaje y con vestimenta y gestos hombrunos.
"Mi aspecto es el de una lesbiana porque soy lesbiana", decía ella en una entrevista esta semana con el "Huffington Post".
Todas las aspirantes deben abrazar una causa y representarla de cara al certamen. Y pese al impacto mediático que tiene desde el principio el hecho de ser lesbiana declarada, no ha querido utilizarlo para ganar opciones.
Tras vivir el suicidio de una amiga con 13 años, ha elegido implicarse en la prevención del mismo, promocionando la Fundación Americana que lleva ese nombre y un proyecto, The Trevor Proyect, que se dedica a ello en el colectivo de jóvenes LGTB. "Tienen ocho veces más probabilidades en comparación con los heterosexuales si proceden de un entorno que no los acepta".
Miss America se celebra desde 1921. No hay que confundirlo con Miss Estados Unidos, que data de 1952 y cuyo propietario es desde 1996 el ahora candidato a la Casa Blanca Donald Trump. Miss USA eligió hace poco a una mujer negra que había estado en el Ejército, en lo que también supuso una ruptura de convenciones.
"Nunca esperé estar en los informativos nacionales", dice O'Flaherty, consciente de la atención que le están dedicando los medios estadounidenses, algunos tan destacados y reputados como CNN, "The New York Times" o "Forbes". Es la más buscada por la prensa entre las aspirantes al título de la belleza. Gane o no el domingo por la noche en Atlantic City, sabe que ha hecho historia.