MADRID, ESP.- Ana Julia Quezada, una mujer originaria de República Domicana, recibió prisión incondicional luego de confesar el asesinato de Gabriel, el hijo de su pareja, Ángel Cruz.

El cuerpo del pequeño fue hallado el 11 de marzo, 12 días después de su desaparición en la localidad de Las Hortichuelas, en Almería, España.

Se encontraba en la cajuela del vehículo de Quezada, quien había ayudado a su pareja en la búsqueda del menor y hasta había concedido entrevistas, siempre acongojada por la desaparición del niño, un caso que ha consternado a la sociedad española por la frivolidad del la asesina confesa.

Gabriel desapareció el 27 de febrero, había visitado la casa de su abuela; después, según la detenida, el menor subió con ella al auto y fueron a una parcela de la familia, donde en un futuro próximo vivirían.

Ahí, tuvieron una riña, presuntamente el menor la atacó con una hacha y, para defenderse, ella lo golpeó con esta y quedó inconsiente, acto seguido lo asfixió y enterró en la misma finca.

Quezada fue detenida el pasado domingo, cuando intentaba trasladar el cuerpo del menor en su vehículo, inicialmente negó los hechos y dijo no saber cómo había llegado el cadáver del niño a su auto. Confesó su crimen hasta el martes. Según investigaciones, actuó sola.

Ana Julia ya había despertado sospechas entre las autoridades, pues había encontrado la única pista que se tenía del pequeño Gabriel, una camiseta suya, la cual, según ella, fue hallada en un sitio previamente revisado por las autoridades.

Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, ha pedido que: “En honor al pescaíto (como le llamaban a Gabriel), que nadie hable de esta mujer más, que no aparezca en ningún sitio y que nadie retuitee nada de rabia”. 

Con información de El País