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¡Envía a un saltillense a Harvard!
El camino de la educación es poco comprensible: mientras unos no entienden el apuro por estudiar más de lo necesario, otros realizan esfuerzos monumentales no sólo con el fin beneficiarse a sí mismos, sino para prepararse y enfrentar los problemas más grandes de su país. Tal es el caso de Josué Lavandeira, un saltillense de 31 años que ya fue aceptado para realizar un posgrado en Políticas Educativas Internacionales en la Universidad de Harvard, sin embargo necesita 76 mil dólares para que esta oportunidad pueda concretarse.
Josué tiene como fecha límite el 26 de mayo e incluso desde antes de saberse aceptado, empezó a aplicar a todo lo aplicable: becas del Conacyt, del Banco de México, del Fiderom, del Banco Mundial en alianza con Japón, de la Fundación Mexicanos en Harvard y todo tipo de créditos para poder lograrlo. Y aunque la universidad le ofrece un apoyo, también está realizando un crowdfunding, donde busca a donadores que confíen en su deseo de traer a México los aprendizajes que obtenga en Estados Unidos.
Lavandeira es ingeniero en Ciencias Computacionales por la Facultad de Sistemas de la Universidad Autónoma de Coahuila y tiene una maestría en Administración y Liderazgo por la Universidad Autónoma del Noreste. Es además un entusiasta de la enseñanza, pues en la UAdeC ha llevado a cabo actividades de liderazgo entre los universitarios y hoy es Coordinador de Competitividad y Vinculación en la Facultad de Sistemas, así como docente en la UCA.
Después de terminar la maestría, se me prendió el bichito de poder educar y seguir educándome a mi mismo, desde entonces me la he pasado tomando cursos y preparándome, por lo que finalmente decidí aplicar al proceso de entrar a Harvard”, explicó Josué.
Esto gracias a que Emanuel Garza (socio fundador de Universidad Carolina) lo invitó a él, alumnos y planta docente a escuchar una plática sobre las oportunidades que Harvard ofrece a extranjeros para estudiar sus programas.
Cursar un posgrado como tal no era la primera opción de Josué, pues antes pensó en realizar un curso pagado en el que no es necesario ser aceptado, pero rompió las barreras de pensar que la casa VERITAS es un sueño que sólo la élite puede cumplir.
“Harvard está buscando talentos en todos lados y lo único que tienes que hacer para que te abran una puerta es tocarla; prácticamente todo 2016 estuve inmerso en el proceso de selección”, aseguró.
Explicó que el camino fue duro y largo, pues además de preparar correctamente su aplicación, tuvo que invertir en exámenes, traducciones y otros cursos que lo ayudaron a lograrlo y a pesar de ser aceptado, la incertidumbre no se ha vuelto menor.
“Siento el peso de toda la gente que estuvo detrás de esto, de representarlos digna y responsablemente en un tiempo tan difícil para los mexicanos en EEUU; mi trabajo como embajador es hacer ver que cuando México envía a alguien no es un violador, ni un ladrón ni un narcotraficante, sino a lo mejor que tenemos, gente con ganas de salir adelante y trabajar”, declaró.
Es por ello que asegura que su finalidad no es “tener un papel de Harvard” que ensanche su currículum.
“Después de casi 6 años de trabajar en la UAdeC y 3 en la UC, te acostumbras a ver gente extraordinaria haciendo muchos esfuerzos que muchas veces se ven frustrados por cosas que tienen que ver más con cómo está estructurada la educación en México que con la falta de talentos, lo que no les permite a ellos ni a sus estudiantes desarrollar sus máximas capacidades”, explicó.
Además integrarse a la política educacional es la única vía para ayudar a un universo mayor, pues aún convirtiéndose en el mejor maestro, gestor o vinculados, tarde o temprano se encontraría con las mismas complicaciones.
“A través de la política pública e internacional, podríamos mejorar nuestras prácticas comparando a los mejores sistemas que sí tienen oportunidades educativas, como el caso de Finlandia, nuestra gran benchmark en educación, que si te pones a revisar cómo lo hicieron, es algo que tiene no tiene mucha ciencia”, aseguró.
Añadió que el problema está compuesto por lo grande y complejo que es el país junto con su economía lenta en la que los primeros sectores que sufren recortes son precisamente la salud y la educación.
“Me gustaría que finalmente podamos contar con un población en la que al menos todos tengan acceso a la educación hasta la preparatoria y que quien quiere estudiar una licenciatura tenga oportunidades de acceso a ello, pues hoy esa no es una realidad en México”, aseguró.
A la espera de saber si será beneficiado por las becas y dando a conocer su proyecto de financiamiento independiente, Josué asegura que aunque el camino aún es largo, él no planea rendirse.
“Obviamente me falta mucho dinero, pero en mi mente no hay un escenario donde no me voy a Harvard”, dijo, “creo que ya conseguí lo más difícil que es ser aceptado, Harvard quiere que vaya y voy a ir, es la oportunidad de mi vida” sentenció Josué.
El dato
> Josué debe contar con 76 mil dólares para el 26 de mayo
> De ser posible, sus clases inician en agosto
> Josué estaría de vuelta en México en 2018.
¡Ayuda a Josué!
> En su página de Facebook ‘Manda a Josué a Harvard’ puedes encontrar la plataforma en la que puedes donar desde 1 dólar. Esto es lo que él hará a cambio de los donativos:
> Si una institución dona mil 500 dólares o más, les impartirá una charla, conferencia o capacitación gratuita para su personal de manera gratuita.
> Si recauda más de los 76 mil dólares, con el excedente formará un fondo para otro mexicano (seleccionado por convocatoria) que busque hacer un posgrado en educación.
> Se compromete a regresar para trabajar en México durante por lo menos 2 años luego de terminar su posgrado.