Alfredo De Stéfano y Everardo González, dos mexicanos que retratan a los habitantes del desierto en el documental 'Yermo'

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Alfredo De Stéfano y Everardo González, dos mexicanos que retratan a los habitantes del desierto en el documental 'Yermo'

El equipo de producción de 'Yermo'. De derecha a izquierda: el fotografo y productor Alfredo de Stéfano, el director Everardo González y el asistente Carlos Sánchez. Fotografía cortesía del artista Alfredo De Stéfano.
En entrevista con Vanguardia, el fotógrafo Alfredo De Stéfano nos habló de su proyecto 'Tormenta de luz' realizado en desiertos del mundo, además de su reciente incursión como productor del documental ‘Yermo’ del director mexicano Everardo González que estrenó hace una semana en el Festival en Línea Ambulante en Casa

Alfredo De Stefano detesta la cebolla. 
A sus 58 años, Alfredo es un referente en la escena del arte contemporáneo internacional. Un artista que fotografía el paisaje del desierto como escenario.
La aversión de Alfredo a la cebolla se magnifica con su apariencia de eterno extranjero: es alto, piel blanca, cabeza rapada, ojos azules y casi no tiene cejas. Viste de negro y usa un pequeño sombrero inglés de fieltro marrón claro, con copa fedora y bordes pork pie.
Algunas veces, Alfredo y yo comemos en restaurantes. Desde entonces me he acostumbrado a mirar la reacción del mesero, cuando recibe la liosa orden para eliminar la cebolla del platillo de Alfredo. 
¿Desde cuándo y por qué Alfredo odia la cebolla? ¿Qué pensará el cocinero? ¿A qué sabrá la comida sin cebolla?
Estas preguntas han sido respondidas en el extraordinario documental ‘Yermo’ (2020), dirigido por el mexicano Everardo González (n. 1971).
Durante seis años, el director acompañó a Alfredo por los desiertos del mundo para documentar esta obra maestra en la que Alfredo es productor.
Resulta que en una escena filmada, en algún árido lugar del mundo, los personajes se encuentran dentro de una pequeña habitación parecida a un iglú de tierra. 
Es la hora de la cena y la anfitriona prepara la sopa, cuando es turbada por el traductor que le ordena un platillo sin cebolla para uno de los invitados. 
La cocinera, en la seguridad de su críptico dialecto, inicia una diatriba al extranjero que odia la cebolla.
La escena, como otras en la película, fueron traducidas años después en la edición, generando simpáticas narrativas entre nativos del desierto y forasteros.
Estoy seguro que el platillo sin cebolla era para Alfredo De Stéfano. Le hablo por teléfono para preguntarle.

Federico Jordán: ¿Era para tí la sopa sin cebolla en el filme ‘Yermo’?
Alfredo De Stefano:
«Yo soy al que se refieren en esa escena de la cebolla. 
«Estábamos viajando por el desierto de Mongolia y vivíamos con esa familia de nómadas. 
«A mi no me gusta la cebolla, hice el comentario y le pedí a nuestro guía que dijera que no me gusta la cebolla. Lo hago siempre en todos lados». 

FJ: Entiendo que ustedes viajaron juntos a partir de una propuesta tuya y Everardo fue encontrando una película alterna al registro de tu proyecto artístico ‘Tormenta de luz’.
ADS:
 «Everardo aceptó viajar conmigo en este proyecto de los desiertos (‘Tormenta de luz’), gracias a una invitación que le hice cuando el proyecto ni siquiera estaba claro. 
«En un principio era como tu dices, una especie de registro de lo que yo iba hacer en esos desiertos y de las comunidades con las que convivimos y habitan esos lugares.
«Pero como cineasta y documentalista,  Everardo tenía algunas preocupaciones creativas y conceptuales de hacia dónde podía ir la película».

FJ: ¿Cómo cambió el proyecto?
ADS: 
«En el diálogo constante de tantos viajes y encuentros se fue modificando la idea original.
«[Everardo González] Me fue convenciendo con argumentos, donde mi personaje principal de fotógrafo viajando a los desiertos, fuera haciéndose a un lado para llevar la historia central a las comunidades.
«Y obviamente, Everardo fue encontrando una película alterna en ese viaje. Más bien fueron varias películas, porque [Everardo González] no llevaba una narrativa o guión claro. 

FJ: ¿Cómo se encontró la narrativa?
ADS: 
«Tú sabes que en el cine documental, a veces es la historia de una comunidad, de una familia, de un personaje o de una situación particular. 
«Aquí eran diferentes historias en varios países que había que unir a través de algo y ese eje conductor es el desierto.
«Por eso Everardo fue descubriendo esa película alterna conforme pasaban los viajes. Estamos hablando de seis años de recorridos por desiertos».

El director Everardo González filmando una escena de 'Yermo' en el desierto del Thar en India. Fotografía cortesía de Alfredo De Stéfano.

FJ: ¿Cómo se llegó a ‘Yermo’?
ADS: 
«La historia final como la viste, salió a raíz de las traducciones de todo lo que lo que nos habían dicho, le habían dicho [a Everardo González] o habíamos entendido que nos contaban ahí.
«Hay mucho de lo que se decía, que no sabíamos que lo decían. Y fue ahí donde Everardo encontró la película que se está exhibiendo».

FJ: La película se distingue por no ser el típico documental etnográfico donde aparecen los títulos con los nombres de todos los lugares. ¿Es el desierto igual en todas partes del mundo? 
ADS: 
«El desierto es un escenario que une a todas estas comunidades de culturas distintas, pero no es igual en todas partes.
«Los une la forma de vida, las condiciones de la aridez del entorno, en lo difícil que es vivir en esos lugares. 
«Si se le ubicaba geográficamente, en la película tendrían que estar apareciendo continuamente los nombres de desiertos y de personas. 
«Nunca se pensó que fuera así, si no lo conviertes en un documental de National Geographic o Discovery. Esta es una película más lírica, poética en ese sentido».

FJ: En este sentido. ¿Cuál escena llama tu atención? 
ADS: 
«Si recuerdas hay una escena de tormentas y polvo. 
«Cuando he recibido comentarios de gente que vió la película, todos piensan que es un mismo desierto, pero toda esa secuencia está compuesta de siete desiertos. 
«Al final el viento, el polvo y la arena son un fenómeno que se dan en todos los desiertos». 

FJ: ¿Cómo se planteaban estas decisiones?
ADS: 
«El corte y la decisión final hacia donde caminaba la película fue del director y de su editora (Paloma López Carrillo). 
«Yo hacía sugerencias como productor: alguna idea de alguna escena de un desierto que podía encajar y no estaba».

Alfredo De Stéfano en una pieza de su proyecto 'Tormenta de luz'. La pieza se titula 'El profeta de Ica'. Realizada en el desierto de Nazca en 2014. Fotografía cortesía de Alfredo De Stéfano.

FJ: ¿Estás orgulloso de ser productor?
ADS: 
«Si claro, estoy orgulloso, porque quedó una gran película. 
«Yo había viajado a otros desiertos de México y el mundo antes de iniciar este proyecto que buscaba.
«A mi me parecía interesante andar en lugares tan particulares, con personajes y culturas tan diferentes que valdría la pena hacer un documental de esto. Pero yo no soy documentalista. 
«Yo voy  trabajando en mi obra  fotográfica, que es un lenguaje distinto en la forma que abordo el paisaje».

FJ: ¿Cuál es el conflicto que ves en el lenguaje?
ADS: 
«Cuando yo ando en esos lugares es muy difícil estar cambiando de lenguaje. 
«No podía ser un fotógrafo-artista, haciendo intervenciones en el espacio y luego dejar de hacer eso para agarrar una cámara de cine y dedicarme hacer un documental. No podía.
«Por eso invite a Everardo, que es un buen amigo y el documentalista más importante de este país. Por que él entendía como contar una historia, independientemente si sería de mi obra, mi persona o de las comunidades».

FJ: ¿Cual fue el periódo de estos proyectos?
ADS: 
«Comenzó en 2013, en el desierto de Gobi. El último rodaje fue en noviembre de 2018, en Islandia».

FJ: Dicen que ‘Yermo’ es una pieza distinta a la obra de Everardo González.
ADS: 
«Dicen que es distinta, porque es la única de sus películas que no tiene un tema social crudo que normalmente caracteriza su cine: violencia a periodistas perseguidos, migración, familia, falta agua o en el caso de ‘La libertad del Diablo’, que tiene que ver con los que han sufrido violencia a causa del narcotráfico.
«El dice que hacer este proyecto era un remanso para alejarse de lo que había filmado antes.
«Acompañarme para hacer esta película, para él era como hacer una pausa, desconectarse de todo lo terrible de la historias de la sociedad y la vida humana, del drama de lo que sucede en México».

FJ: ¿Qué deja ‘Yermo’ a la industria del cine?
ADS: 
«Que un director Mexicano hace una película global, en muchos países. 
«No tiene que ver con los cineastas como [Alfonso] Cuarón que han triunfado en Hollywood o ganado en Cannes. Esto es diferente».

FJ: ¿En qué sentido?
ADS: 
«Este [Everardo González] es un documentalista con el que salimos a ver el mundo, en este caso una zona geográfica que son desiertos.
«Creo que eso no se ha hecho por algún cineasta de latinoamérica.
«Alguien me decía que los europeos y los americanos son muy colonialistas en el cine. Ellos si pueden filmar el mundo y les cuesta mucho entender que un director latinoamericano filme el mundo.
«Ellos dicen: “Tu no sabes ver el mundo, nosotros sabemos verlo porque siempre lo hemos conquistado”.  Sin decírtelo textualmente, pero es una manera de hacerlo».

FJ: ¿Qué podemos aprender de ‘Yermo’?
ADS: 
«En el momento en que vive el planeta, esta película adquiere un valor distinto a que se hubiera exhibido hace un año. 
«Es una lección de cómo se puede ser tan feliz con pocas cosas, en lugares tan extremos y en espacios sin ver tanta gente.

FJ: ¿Qué aprendiste de Everardo González?
ADS: 
«Yo aprendí cómo aborda y trabaja.
«A veces que [yo] estaba trabajando, en mis pausas lo observaba a él y otras lo estaba ayudando. 
Así como cuando yo estaba trabajando, él me estaba observando, filmando y también me ayudaba».

FJ: ¿Qué crees que Everardo González aprendió de tí?
ADS: 
«Creo que todos aprendimos de cómo son nuestros procesos creativos y nuestra forma de abordar un entorno.
«Yo estoy especulando porque nunca le he preguntado qué aprendiste de mí. Yo sí puedo decir lo que aprendí de él». 

FJ: Muchas gracias maestro.

La entrevista ha terminado. 
Ahora he contactado al director Everardo González y le he realizado una sola pregunta: 
¿Qué aprendiste de Alfredo De Stefano? 
El director de ‘Yermo’ me ha respondido en una sola frase:
«Que no le gusta la cebolla».