El asesor de la Casa del Migrante de Saltillo, padre Pedro Pantoja, recibió un reconocimiento este martes por la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Debido a las acciones humanitarias que ha emprendido en diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos y de las personas migrantes, le fue otorgado el reconocimiento “Alfonso García Robles” de la mano de rector de la Universidad Nacional. 

El padre Pedro Pantoja es egresado de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila, y además cuenta con un posgrado en la UNAM por Ciencias Sociales, así como uno más en sociología por la Universidad Nanterre en Francia. 

El reconocimiento lleva el nombre de “Alfonso García Robles”, quien fue el primer mexicano en recibir un Premio Nobel de la Paz durante 1982 debido a su actividad y pronunciamiento contra la no proliferación de armas nucleares en América Latina.

El rector Enrique Graue Wiechers impuso la medalla, y dio el diploma del galardón que lleva el nombre del “Padre del desarme nuclear en América Latina” y Premio Nobel de la Paz 1982, a Isabel García, codirectora de la Coalición de Derechos Humanos de Arizona; a Antonia Hernández, presidenta y directora ejecutiva de la California Community Foundation; y al padre Pedro Pantoja Arreola, fundador de la Casa del Migrante de Saltillo, que aloja a cerca de seis mil personas al año.

Después de varios años en que fundó la Casa del Migrante en Acuña, y se convirtió en cofundador de la organización Fray Juan de Larios, actualmente Pantoja es el asesor de la organización Frontera con Justicia, A.C., ubicada en la Casa del Migrante de Saltillo y es miembro del Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración.

En 2011 recibió otro reconocimiento por su defensa en los derechos humanos titulado Premio Internacional Letelier-Moffitt, siendo el segundo mexicano en recibir el galardón.

Pedro Pantoja ha sido una de las voces más importantes en la defensa de los derechos de la población migrante, y se ha pronunciado contra todos los actos violatorios que en la última década han sido emprendidos tanto por autoridades mexicanas, como norteamericanas.