Entra Mitsubishi Outlander 200 al mercado con enjundia

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Entra Mitsubishi Outlander 200 al mercado con enjundia

Las versiones de entrada en el mercado de turismos suelen estar asociadas a la simplicidad, a la escasez de elementos de equipamiento y a la utilización de los materiales con peor calidad visual, salvo raras excepciones. Mitsubishi rompió el estigma de con el Outlander.

Una versión que ha cerrado la gama de la nueva edición del modelo, profundamente revisado, ya con la nueva imagen que la marca se propone implantar en la nueva generación de modelos.

En esta remodelación, el Outlander ha recibido mejoras en calidad percibida, exterior e interior, insonorización, suspensión, rigidez de la carrocería y calibrado de la dirección.

Mitsubishi Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD, un auto que ha hecho su aparición con auténtica enjundia. Foto EFE/Mitsubishi

El nuevo Outlander primero hizo la entrada en el mercado la versión equipada con el motor diesel, para, a continuación, algunas semanas más tarde, hacer con el PHEV, el híbrido enchufable que se está convirtiendo en todo un éxito de ventas y, no hace mucho, este Outlander de entrada a la familia, el 200 MPI CVT Motion 2WD, dotado de un equipamiento notable a precio de "básico".

El Outlander de acceso está equipado con el motor 2.0 de gasolina de 150 caballos, gobernado con la caja automática de variador continuo CVT, arquitectura interior de cinco  asientos, dos ruedas motrices y todo en el acabado que se sitúa un peldaño por debajo del máximo Kaiteki.

El Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD se ofrece con el mismo equipamiento que su versión homóloga equipada con el diesel de 2.2 litros y 150 caballos de potencia. Es decir, contiene el sistema de navegación MMCS, las llantas de aleación de 18 pulgadas, las luces diurnas LED, el sistema KOS de entrada sin llaves, la cámara de visión trasera, entre otros elementos.

La diferencia con el diesel estriba únicamente en la motorización y en el comportamiento de esta planta, más sosegada, y mucho más suave y silenciosa, gracias a su naturaleza y a la utilización del cambio CVT, rápido, sedoso y muy bien escalonado.

La finura de funcionamiento del sistema invita a una conducción tranquila en regímenes bajo, lo que va a contribuir a dar el tiempo suficiente a que la combinación moto-transmisión recupere y se adapte a la exigencia del conductor, y muy suelta en las velocidades de crucero, que se pueden mantener muy constantes con un consumo muy bajo.

No obstante, el comportamiento es muy similar al del diesel, por una razón muy sencilla, ya que esta versión exhibe sobre la báscula una reducido peso de 1.430 kilos, casi 200 menos que un Outlander DI-D 6AT. El aligeramiento le iguala al diesel en el campo prestacional.

La compañía asegura que desde el punto de vista de la eficiencia, el motor de gasolina ha  sido el centro de atención el departamento de ingeniería, para lograr una buena integración con el cambio CVT para llegar a valores e consumo y emisiones muy próximos a la configuración diesel de la gama.

El dato oficial de consumo se sitúa en 6,2 litros mientras la obtenida en la prueba dinámica  ronda los 8 litros, aunque esta es una cifra que seguro se puede reducir, porque la unidad protagonista del test contaba con sólo un millar de kilómetros.

Con esos 6,2 litros de gasolina homologados, la cifra de emisiones se sitúa en los 144 gramos de C02 por kilómetro, también muy cercana a la de la versión diesel.

El Mitsubishi Outlander es una solución familiar cargada de funcionalidad. La arquitectura es equivalente a la de un 'station wagon' medio, con una amplitud en todas las plazas que sorprende a quien viaja a bordo de este SUV, especialmente en los asientos de la zona trasera.

Con la configuración de cinco asientos, el Outlander ofrece 550 litros como mínimo de maletero, en un espacio muy versátil, sin forma, recovecos o ángulos que reduzcan sus posibilidades de utilización.

Parte trasera del nuevo Mitsubishi Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD. Foto EFE/Mitsubishi

El ambiente general es agradable y luminoso. Así se percibe desde un puesto de conducción en el que es fácil encontrar una buena posición ante el volante, con una buena visibilidad del entorno, una cualidad que es vital para una conducción relajada y segura.

Detrás del volante emergen dos paletas para la utilización manual del cambio CVT, sí así se desea, aunque también puede hacerse con el pomo sobre la caja de cambio.
Las primeras sensaciones a bordo desde el punto de vista dinámico está relacionadas con el silencio de funcionamiento, la suavidad de marcha y la baja sonoridad cuando el coche está lanzado.

El mejor escenario para este coche, al igual que el resto de los SUV son los asfaltos con pocas variaciones del eje, porque los giros son siempre incómodos para los pasajeros.

Al tener un centro de gravedad en posición más alta que una berlina turística es fácil que la  carrocería incline, aunque en este caso un buen ajuste del chasis contiene los balanceos, de modo que el comportamiento general del Outlander se aproxima mucho al de un turismo convencional.

Desde parado, hay que ser cuidadoso con el acelerador, porque su reacción puede muy rápida, todo lo contrario que en las fases de recuperación, en las que el sistema se toma su  tiempo. En este caso, ya está dicho, se debe en gran medida al escaso kilometraje del coche.

Una imagen de poderío es la que ofrece el Mitsubishi Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD. Foto EFE/Mitsubishi

En líneas generales, la composición motriz de esta versión es una interesante alternativa a la opción diesel, ventajosa en acústica y suavidad de funcionamiento.

El precio y el confort de utilización son los grandes argumentos para decidirse por esta combinación de compra. Con esta versión en la lista del Outlander los números van a despejar muchas dudas.

Un dato, para optar en diesel a su equivalente con más de 2.200 dólares de diferencia, sin  tener en cuenta que el de gasóleo no equipa caja automática. Para optar a la caja automática son más de 6.500 dólares la diferencia.

Con estos argumentos Mitsubishi trata de cubrir una demanda creciente en el mercado de  los SUV, en el que están creciendo las opciones de gasolina en este segmento compacto y en el inmediatamente inferior, ante el amenazante ambiente en torno a las motorizaciones diesel a medio y largo plazo.

Dos modelos en distinto color del nuevo Mitsubishi Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD. Foto EFE/Mitsubishi

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS:

Longitud total 4,695 m.
Anchura total 1,810 m.
Altura total 1,680 m.
Distancia entre ejes 2,670 m.
Vía delantera 1,540 m.
Vía trasera 1.540 m.
Volumen del maletero 550/986/1.718 l.
Capacidad del depósito 63 l.
Peso en vacío    1.430 kg.
Dirección Asistida de cremallera con asistencia eléctrica.
Radio mínimo de giro 10,6 m.

Cotas todoterreno:

Altura libre mínima 190 mm.
Ángulo de ataque 21 grados.
Ángulo de salida 22,5 grados.
Ángulo de paso de cresta 21 grados.
Motor 4 cilindros en línea. (16 válvulas).
Cilindrada 1.998 c.c.
Potencia máxima 150 CV a 6.000 rpm.
Par máximo 195 Nm 4.200 rpm.
Alimentación Inyección multipunto.
Caja de cambios Automática CVT (levas en el volante).
Consumo combinado    6,2 l.
Emisiones CO2 144 g/km.
Velocidad máxima 192 km/h.
Aceleración 0-100 km/h 11,5 s.
Suspensión delantera Tipo McPherson y estabilizadora.
Suspensión trasera Multi-link y estabilizadora.
Frenos delanteros Discos ventilados (294 mm). (pinzas de doble pistón).
Frenos traseros Discos sólidos (302 mm).
Sistema de tracción Delantera.
Neumáticos 225/55 R 18.
Seguridad ASCT+HSA+ABS con EBD.
Precio 24,000 dólares.

DESTACADOS:

++ En esta remodelación, el Outlander ha recibido mejoras en calidad percibida, exterior e interior, insonorización, suspensión, rigidez de la carrocería y calibrado de la dirección.

++ El Outlander 200 MPI CVT Motion 2WD contiene el sistema de navegación MMCS, las llantas de aleación de 18 pulgadas, las luces diurnas LED, el sistema KOS de entrada sin llaves, la cámara de visión trasera, entre otros elementos.

++ El ambiente general es agradable y luminoso. Así se percibe desde un puesto de conducción en el que es fácil encontrar una buena posición ante el volante, con una buena visibilidad del entorno, una cualidad que es vital para una conducción relajada y segura.
Fernando A. Marqués/EFE-REportajes