Enrique y Cuba

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Enrique y Cuba

Coahuila ha tenido una muy estrecha relación con Cuba, enfatizada particularmente en los últimos 15 años a raíz del bochornoso episodio “comes y te vas” del entonces presidente Fox. Entre los muchos episodios comunes de las relaciones históricas Cuba/Estado de Coahuila, hace unos 14 años y en desagravio del famoso desaire, un grupo de diputados federales encabezado por el coahuilense Jaime Martínez Veloz organizó varios viajes a la isla, en los cuales los mexicanos, entre ellos muchos coahuilenses, eran atendidos a cuerpo de rey por el propio líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro. El gobierno cubano agasajaba a sus visitantes con magnos eventos culturales en los que también participaban contingentes artísticos mexicanos. Aquello consolidó serios intercambios académicos y culturales apoyados por los gobiernos de Enrique Martínez y Martínez y Humberto Moreira Valdés, y con manifestaciones todavía presentes en el actual sexenio.

En la época de Humberto, el gobierno cubano donó a Coahuila equipo oftalmológico suficiente para instalar tres centros de oftalmología, uno en Saltillo, otro en Torreón y el tercero en San Juan de Sabinas, en los que se han realizado de forma gratuita miles y miles de cirugías de cataratas y consultas oftalmológicas a pacientes del Estado y otros provenientes de otros lugares del País.

Hoy, un coahuilense, exgobernador del Estado, Enrique Martínez y Martínez, ocupa el cargo de Embajador del Gobierno de México ante la República de Cuba, y desde que entregó sus cartas credenciales de Ministro Plenipotenciario, en mayo pasado, ha destacado que su misión tiene el objetivo principal de fortalecer la relación bilateral entre México y la isla, una larga relación que siempre ha mantenido muy cercanos a ambos países, apuntalada por incontables episodios comunes.

Con la muerte de Fidel, la misión diplomática de Enrique Martínez de estrechar los lazos políticos, económicos y comerciales entre México y Cuba, indudablemente se robustecerá en esta etapa histórica en la que la isla deberá enfrentar la muerte de su líder y marcar el tipo de relaciones a seguir con los distintos países en el mundo entero. Hace muchos años, Coahuila tuvo otro diplomático en Cuba, que por cierto dejó su vida allá. El poeta Jesús Flores Aguirre, lustre de la literatura coahuilense, era consejero de la Embajada de México en Cuba cuando fue acribillado en La Habana.

La historia de las relaciones entre Cuba y Coahuila es larga. En el aspecto académico, maestros cubanos enseñan hace muchos años en distintas instituciones educativas de nivel superior como la UAAAN, la UAdeC, la UTC, el ITS. La antigua Feria Internacional del Libro Saltillo mantuvo durante varios años en el Museo del Desierto una Cátedra con el nombre del gran novelista cubano Alejo Carpentier, y sus exponentes eran siempre cubanos. La actual Feria Internacional del Libro en el campus Arteaga (FILA) sigue conservando el nombre de Carpentier en una de sus salas de conferencias y presentaciones.

México y Cuba han sustentado su relación bilateral en los entrañables lazos que unen a sus pueblos y en históricos pasajes de solidaridad. Año con año, México brinda su apoyo a la resolución en la Asamblea General de la ONU para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos sobre Cuba. Es la hora de fortalecer esa sinergia. Al embajador Martínez y Martínez le crecerá la chamba a fin de aumentar y fortalecer aún más la tradicional solidaridad de México durante el proceso que enfrentará aquel país en la actualización de su modelo económico y social, y quizás político. Estamos ciertos también de que nuestro embajador tratará de construir una agenda común en el ámbito regional en diversas áreas como la cultura, la ciencia, la agricultura, la medicina, en la que Cuba y Coahuila podrán desempeñar papeles protagonistas. Enhorabuena, don Enrique.