Ennio Morricone, su música nos hace conmovernos y que nuestras emociones vibren

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Ennio Morricone, su música nos hace conmovernos y que nuestras emociones vibren

La música del compositor italiano Ennio Morricone, estruja y hace vibrar todas nuestras emociones. Morricone musicalizó al cine con un estilo inconfundible y hoy fueron reconocidas sus composiciones con el Premio Princesa de Asturias de las Artes.

Basta un breve tintineo o unas pocas notas para reconocer uno de sus temas. Durante décadas Ennio Morricone puso música al cine con un estilo inconfundible que ahora le ha hecho valedor del Premio Princesa de Asturias de las Artes.

El compositor italiano, de 91 años, autor de bandas sonoras míticas como las de "The Mission" o "Nuevo Cinema Paradiso", fue galardonado con este importante reconocimiento junto a otro de los grandes músicos del Séptimo Arte, el estadounidense John Williams.

El premio orla una carrera en la que el gran Morricone hizo soñar a generaciones enteras con sus músicas, como uno de los compositores más versátiles y apreciados de la historia del cine.

Nacido en Roma el 10 de noviembre de 1928, estudió en el Conservatorio Santa Cecilia bajo la dirección de Goffredo Alessandrini y se diplomó en composición, trompeta y canto coral.

Comenzó como compositor de música sinfónica y de cámara, extendió su actividad a la música ligera y trabajó además de arreglista de cantantes como Gianni Morandi o Jimmy Fontana.

En esta foto de archivo del martes 6 de marzo de 2018, el compositor italiano Ennio Morricone dirige un conjunto durante un concierto de su "60 World Of Music World Tour", en Milán, Italia. Foto: AP

Su primera incursión en el mundo del cine se produjo en 1961 con la creación de la banda de la película "Il federale" de Luciano Salcio y acabaría fraguando una estrecha colaboración con otros cineastas como Marco Bellocchio o Bernardo Bertolucci.

Sin embargo su gran éxito llegó con el padre del "spaghetti western", Sergio Leone. Cómo olvidar aquellas frenéticas melodías, cargadas de dramatismo y tensión, de películas como "Per un pugno di dollari" ("A Fistful of Dollars", 1964), "Il buono, il brutto e il cattivo" ("The Good, the Bad and the Ugly", 1966), "C'era una volta il The West" ("Once Upon a Time in the West", 1968) o "Giu la testa" ("Duck, You Sucker", 1971).

Ya consagrado como uno de los más prestigiosos compositores de la historia del cine, trabajó con otros directores como Pier Paolo Pasolini, Lina Wertmuller, Roman Polanski, Oliver Stone o los españoles Luis Buñuel en "Leonor" (1975) o Pedro Almodóvar en "Átame" (1990).

Algunas de sus aportaciones más célebres son las composiciones para la cinta "Nuovo Cinema Paradiso" ("Cinema Paradiso", 1988), de Giuseppe Tornatore; la obra maestra de Bernardo Bertolucci, "Novecento" (1976), o la historia de aquel misionero jesuita de "The Mission" (1986).

En 2016 Morricone se hizo con el Premio Oscar por la banda sonora que creó para el western "The Hateful Eight" (2015) de Quentin Tarantino, una composición que le valdría otros reconocimientos como un Globo de Oro o el Bafta de la Academia Británica.

La pasión de Tarantino por el maestro italiano es de sobra conocida y tal es así que reutilizó algunas de sus melodías en películas como "Kill Bill" (2003), "Inglourious Basterds" (2009) o "Django unchained" (2012) con aquel lírico "Ancora qui".

Sus composiciones se asientan sobre dos grandes pilares Johann Sebastian Bach e Ígor Stravinski: "Son ellos dos los polos determinantes", reconoció el maestro en un libro-entrevista con su otro gran amigo, Giuseppe Tornatore.

Pero si hay un secreto en sus partituras es el rol del silencio: "El silencio es música, al menos tanto como los sonidos, quizá más. Si quieres entrar en el corazón de mi música, busca entre los vacíos, entre las pausas", recomendaba.

La extraordinaria carrera de Morricone fue reconocida en 2007 con el Óscar a la carrera, ampliando así un enorme palmarés en el que constan tres Grammy, cuatro Globos de Oro y un León de Oro honorífico otorgado por la Mostra de Venecia en 1995, además de 27 discos de oro y siete de platino.

Ese mismo año recibió el homenaje del mundo de la canción con la publicación del disco tributo "We all love Ennio Morricone", en el que versionaron sus temas estrellas como Celine Dion, Bruce Springsteen, Metallica, Quincy Jones o Roger Waters, de Pink Floyd.

En enero de 2019, a los 90 años, Morricone comunicó que dejaría de componer y durante ese año ofreció una serie de conciertos para poner recordar los temas que le hicieron célebre.

Y poner así le broche a una carrera de décadas en la que solo se ha arrepentido de una cosa: no dedicar más tiempo al amor de su vida, su esposa, María, con la que tuvo cuatro hijos.

"¿Sabe qué pienso después de tantos años? Es una verdadera lástima no haber dedicado a mi mujer una parte más amplia del tiempo que he pasado con las orquestas y los directores. Aunque ella nunca me lo ha echado en cara", aseguraba a su amigo Tornatore.

Sin embargo "la belleza" de su María quedará para siempre en los temas que le inspiraron, como "Echi", un coro de niños a nueve voces y una letra que él mismo escribió.

El genio evocador de Ennio Morricone, en diez obras maestras

Afirma Ennio Morricone, alabado autor de más de 400 bandas sonoras premiado este viernes junto a John Williams con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, que creó su música pensando en las historias y que nunca cayó "en el equívoco del cine convertido en una sala de baile".

Nacido en Roma en 1928, se inició estudiando trompeta, el instrumento que tocaba su padre y el que dotó a sus composiciones de esos míticos vientos del sur puestos al servicio de los mejores realizadores, de Bernardo Bertolucci a Pedro Almodóvar, pasando por Gioseppe Tornatore, Oliver Stone, Terrence Malick, Quentin Tarantino o Brian de Palma.

Solo seis obras de su vastísima producción alcanzaron la nominación al Oscar y únicamente "The Hateful Eight" (2016) la materializó, pero para entonces ya se había hecho más que acreedor de la condición de maestro en esa capacidad de llenar los oídos de imágenes y magia con trabajos como los de esta selección:

- "A Fistful of Dollars" (1964). Silbidos, látigos o gritos se mezclan con los sonidos de las guitarras, las trompetas y hasta el arpa de boca para una innovadora composición que marcó el estilo musical de los "spaguetti western" y dio a conocer al mundo el genio de Morricone.

- "Il buono, il brutto e il cattivo" (1966). Con apenas un par de notas de flauta y de arpa, introduce al espectador en el ambiente de este mítico wéstern y hace que su banda sonora sea una de las más populares y reconocibles de la historia del cine.

- "The Sicilian Clan" (1969). Morricone demostró con esta película que era capaz de adaptar su música a cualquier género y realizó una de las composiciones más bellas para una película de robos, ligera e intensa a la vez, sin olvidar sus característicos silbidos.

- "Novecento" (1976). Bernardo Bertolucci se rindió al genio de su compatriota, del que dijo que había compuesto "uno de los himnos más bellos de la historia del cine" para esta historia del proletariado italiano.

- "Days of Heaven" (1978). La película maldita de Terrence Malick ha visto reconocido su valor cinematográfico con el paso del tiempo pero su música fue considerada desde el principio como una de sus mejores partituras y fue su primer trabajo nominado al Óscar.

- "Once Upon a Time in America" (1984). Magistral ejercicio del compositor, que creó estilos diferentes para marcar las diferentes épocas en las que se desarrolla la historia. Y no dudó en utilizar piezas ajenas, como la conocida "Amapola", para redondear una banda sonora que alcanzó cotas de belleza que se creyeron insuperables en aquel momento.

- "The Mission" (1986). La consagración de Morricone con una complejísima BSO que supo captar todos los matices de esta historia de religión, de sacrificio y de abuso de poder. Épica en muchos momentos y delicadísima en piezas como "El oboe de Gabriel", una nueva demostración de la adaptación del maestro a las necesidades de cada historia.

- "The Untouchables" (1987). El dramatismo de la lucha contra la mafia por parte de agentes federales en el Chicago de la Ley Seca queda reflejado en una música más clásica de lo habitual en las composiciones del italiano y que sirve de perfecto acompañamiento a la heroicidad de Ness y sus colegas.

- "Cinema Paradiso" (1988). Difícil de olvidar la imagen del joven Salvatore bajo la lluvia esperando a que Elena abra la ventana. O la del niño aprendiendo el arte de la cinematografía de manos de Alfredo. Sin la música de Morricone esas escenas no formarían parte del imaginario colectivo.

- "Malena" (2000). ¿Cómo captar musicalmente el amor platónico? Solo hay que escuchar la banda sonora de este filme de Giuseppe Tornatore para entenderlo. Tristeza, melancolía y esperanza a partes iguales se deslizan entre sus notas en una composición más sencilla y menos orquestal.

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