CIUDAD DE MEXICO. La banda mexicana Enjambre tiene preparado un concierto lleno de energía con visuales y arreglos totalmente nuevos para su actuación del sábado en el escenario principal del festival Vive Latino.

Va a ser una presentación especial, es un festival especial y lo estamos tratando como tal”, dijo el jueves Julián Navejas, el tecladista y guitarrista de la banda mexicana. “Vamos a presentar una tocada con visuales que nunca habíamos utilizado, vamos a tocar canciones con versiones alternas y queremos que sea un set con la energía para arriba, que la banda esté con un ambiente festivo”.

Tras haber surgido de la escena alternativa y haber conquistado escenarios más pequeños como el Auditorio Nacional y el Palacio de los Deportes, la agrupación considera un logro regresar al escenario principal del Vive Latino en el Foro Sol, donde ya se habían presentado en el 2015 tras haber participado en otras cuatro ocasiones, en tarimas más pequeñas del evento.

Nos mantiene frescos, con ganas de hacer cosas nuevas”, dijo el bajista Rafael Navejas, hermano de Julián, sobre llevar el formato de la banda a conciertos masivos como el Vive, cuyos organizadores esperan unos 80 mil asistentes por día este fin de semana en la Ciudad de México.

Qué aburrido sería que estuviéramos repitiendo la misma fórmula o haciendo las cosas iguales. Creo que eso nos ayuda como banda para seguir impulsando a hacer cosas nuevas”, añadió.

El jueves en una conferencia de prensa la agrupación, que también integran el vocalista Luis Navejas (hermano de Julián y Rafael), el guitarrista Javier Mejía y el baterista Ángel Sanchez, fue sorprendida con un disco de oro por su álbum Imperfecto extraño de 2017.

Una de las canciones del álbum, Y la esperanza, formará parte de la película Olimpia de José Manuel Cravioto, sobre la matanza de estudiantes ocurrida en Tlatelolco en 1968. Cravioto planea estrenarla el 2 de octubre, en el 50 aniversario de la masacre, y la banda además ha preparado diferentes versiones del tema que estará lanzando próximamente, incluyendo una que ha calificado como Avándaro, por su parecido con el legendario festival de rock mexicano de 1971.

El rock y el cine “se complementan bien sobre todo cuando hay gustos, cuando es algo que se da de forma natural, que no tienes que meter una canción a fuerzas”, dijo Julián. “En este proyecto el director es amigo nuestro y le gusta nuestra música, a nosotros nos gusta lo que hace”.

Ha sido una puerta atractiva para nosotros como músicos participar en la cinematografía”, agregó Rafael.

En general el sonido de Enjambre se ha caracterizado por el uso de sintetizadores, así como de instrumentos retro que hacen que sus canciones parezcan salidas de una rocola en los años 60 o 70.

“Siempre hemos tenido esta influencia de música antigua porque es la música con la que crecimos”, dijo Julián. “Enjambre ha sido un matrimonio entre estos elementos ‘vintage’ pero también con cosas nuevas. En el futuro vamos a seguir tomando influencias de música antigua, es algo que hacemos casi por inercia, pero también aportando y tratando de innovar con sonidos nuevos”.

En octubre del año pasado, tenían programado un concierto en el Auditorio Nacional que tuvo que reprogramarse por el terremoto del 19 de septiembre que remeció a la Ciudad de México. Enjambre recolectó entonces donativos para apoyar a los damnificados en el estado de Morelos, al sur de la capital, el cual sufrió también graves daños por el sismo.

“Estos fondos que destinamos van a servir para la construcción de 25 viviendas y la reparación del techo de una escuela que se derrumbó”, dijo Rafael.