El presidente electo, Donald Trump, está "furioso" porque su exdirectora de campaña, Kellyanne Conway, que dijo en varios medios que considerar a Mitt Romney como posible secretario de Estado es una traición a sus votantes.

Así lo explicaron hoy dos fuentes del equipo de transición del magnate a la cadena MSNBC, que dijeron estar "desconcertados" por las duras críticas que Conway vertió este domingo sobre Romney en CNN y NBC.

Según estas fuentes, Trump está "furioso" por la actitud de Conway y en el equipo de transición hay un "creciente temor" a que la asesora esté "impulsando su propia agenda en lugar de trasladar el mensaje del presidente electo".

Conway se prodigó ayer en críticas sobre la falta de experiencia internacional de Romney, exgobernador de Massachusetts y candidato presidencial en 2012, así como sobre su falta de lealtad a Trump, a quien se opuso frontalmente durante la campaña.

"Yo estoy totalmente por la unidad del partido, pero no estoy segura de que el precio a pagar por ella sea el puesto de secretario de Estado. Ni siquiera sabemos si Mitt Romney votó por Donald Trump", dijo ayer Conway en CNN.

"La gente se siente traicionada al pensar que se le dé a Romney, quien hizo todo lo posible por cuestionar el carácter, la inteligencia y la integridad de Trump, el puesto más importante del gabinete. Se sienten un poco traicionados por el hecho de que Romney pueda volver después de todo lo que hizo", comentó también Conway en NCB.

Trump se reunió con Romney el 19 de noviembre y mantuvieron una "conversación de alcance sobre los varios escenarios del mundo donde hay intereses significativos de Estados Unidos", según explicó el exgobernador al término del encuentro.

Al día siguiente, el vicepresidente electo, Mike Pence, confirmó los rumores de que Romney estaba "bajo consideración activa" para ser el futuro secretario de Estado, es decir, el jefe de la diplomacia bajo el Gobierno Trump.