México enfrentará en 2017, un año atípico en términos de la historia económica, asimismo ese año su problema no será el dólar, sino el consumo interno que se tendrá que acostumbrar a un precio de gasolina que puede cambiar de un mes a otro indicó  Antonio Serrano Camarena.

El maestro de la Facultad de Economía indicó que enero, febrero y gran parte de marzo, serán meses complicados, donde la actividad económica caerá de manera exagerada y será hasta el tercer mes del año, cuando el Gobierno empiece a hacer su ejercicio presupuestal.

Asimismo, dijo que además al alza en el precio de la gasolina (Magna se estima entre 15.50 y 17.20; la Premium en 18.10 pesos), se sumará un incremento del 15 al 27% que ese año se contempla para la electricidad, por lo que ambos ajustes impactará las gente y empresas.

Sin embargo, el efecto inflacionario se presentará hasta el 3T17, toda vez que durante el primero se tiene la contracción del gasto público, sin embargo, una vez que se acostumbren junto con las empresas a los nuevos precios, se reflejará ese impacto inflacionario.

Serrano dijo que en 2017, el dólar dejará de ser un problema, pues ya alcanzó su punto de equilibrio al ubicarse entre los 20 a 20.50 pesos, por ello, será ahora una fuerza impulsadora del crecimiento económico.

“Ahora vamos a tener problemas a nivel de consumo interno porque primero nos tenemos que acostumbrar a tener un precio de la gasolina que puede cambiar de un mes a otro, lo que será complicado porque hace más difícil presupuestar a las empresas y aunque hace que el gobierno tenga más recursos y sea más transparente en el manejo del gasto público,  también genera que para los agentes económicos como son las empresas y los individuos, se les complique elaborar un presupuesto exacto”, indicó.

Pero también una vez que empiece el efecto inflacionario, otro problema será ver cómo se recupera ese mercado interno ante los aumentos que se tendrán en 2017 y que afectan tanto a las personas como a las empresas.

Ello obligará también a las industrias a trabajar en bloque para que realmente existan las cadenas de valor y con ello hacer más competitivos a los productos mexicanos, pero mientras no estén integradas, entonces el país no será competitivo.