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Enfermedades del corazón son asociadas con bebidas azucaradas
Además de asociarse con la obesidad y la diabetes, el consumo de bebidas azucaradas también se encuentra relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Los infartos o derrames cerebrales, son las patologías más comunes derivado de la obstrucción de las arterias por depósitos de grasa.
Si bien es cierto que esta condición está directamente relacionada con una alimentación alta en grasas, la ciencia demostró que hay otro factor presente en la dieta mexicana que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares es el consumo de bebidas azucaradas.
Debido a ello organizaciones civiles agrupadas en la Alianza por la Salud Alimentaria demandaron a las autoridades para fortalecer las políticas públicas relacionadas con salud para que apoyen la reducción del consumo de bebidas con un alto contenido de azúcar.
A la par lanzaron una campaña denominada "No dañes tu corazón", misma que estará presente en radio, espectaculares y líneas del Metro, con la finalidad de generar mayor consciencia sobre los diversos daños de las bebidas azucaradas en la salud, y sobre cómo es que su consumo aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
De acuerdo con la más reciente Encuesta de Salud y Nutrición la principal fuente de azúcares añadidos en la dieta del mexicano son las bebidas azucaradas, ya que el 69 por ciento de la cantidad total proviene de éstas.
Lo más grave es que del 58 al 85 por ciento de la población mexicana consume más azúcar añadida de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo las bebidas azucaradas la principal fuente.
"El consumo de bebidas azucaradas aumenta no sólo el riesgo de obesidad y diabetes, también el de padecer enfermedades cardiovasculares que son la principal causa de muerte en México", aseguró el doctor Enrique Gómez Álvarez de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México.
El experto detalló que hay estudios demuestran que consumir una lata de 355 ml al día es suficiente para incrementar el riesgo de sufrir un infarto o derrame cerebral.
Explicó que el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es independiente de la presencia de sobrepeso u obesidad, lo que significa que una persona con peso normal, pero con un consumo frecuente de una porción de refresco o de alguna otra bebida endulzada, tiene mayor probabilidad de enfermedad cardiovascular, que otra persona que no las consume.