Encrucijada Refrescante
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Encrucijada Refrescante
The Coca-Cola Company filial mexicana con más de 90 años en nuestro País, hoy día tiene varios retos burbujeantes por cumplir: salir bien librado de la presión que recae sobre las compañías refresqueras por el tema de la obesidad; mantener su volumen de ventas en México que se ostenta como el primer lugar de consumo de su producto estrella: el refresco; innovar sus bebidas denominadas “sanas y antioxidantes” como son los jugos de frutas y las aguas saborizadas; y el tema fiscal con la carga de un impuesto especial que les impuso la hacienda pública de este País.
Francisco Crespo presidente de esta filial en México y con poco tiempo en este puesto aceptó el reto y ve con optimismo estos “obstáculos” que está sorteando.
En varias entrevistas, Crespo afirma que los productos de esta firma no representan un serio problema a la salud del mexicano y menciona que en los Estados Unidos el consumo ha bajado considerablemente y la obesidad sigue en aumento.
En su defensa de si son o no dañinos a la salud, la maravilla roja como ellos mismos la llaman, argumenta que su portafolio de productos gaseosos proporcionan parte de la cantidad de agua que requerimos como seres humanos, que sus azúcares dan energía en la vida diaria, hidratando al consumidor e inclusive brindándole salud emocional.
El promedio de calorías contenidas en una lata de refresco es de 149 lo cual sólo representa un 7% de las que uno consume en el día a día, sin embargo siguen siendo señalados por diferentes ONG’s como parte fundamental del problema de la obesidad y diabetes en nuestro País.
Han contrarrestado las críticas por parte de diferentes segmentos de la sociedad brindando apoyo a campañas gubernamentales de combate a la pobreza y el sedentarismo. Sin embargo no se salen del ojo del huracán y ello no los exime de la responsabilidad de elaborar productos que han generado adicción a su consumo a través de los años y que se les atribuyen ser parte de diferentes enfermedades que aquejan a los mexicanos.
Respecto al tema del gravamen impuesto en los refrescos hay que señalar que es una medida del Gobierno de México para combatir los altos índices de obesidad y diabetes, aplaudida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero que se enfrenta al rechazo de los productores de estas bebidas, pues si esto se ve reflejado en una disminución de sus ganancias gradualmente se pueden perder empleos y no se resolverá el problema de fondo, se cita como ejemplo los cigarrillos a los que se le puso un impuesto y no pasó gran cosa. Además este impuesto se traslada al costo y lo absorbe la compañía.
Finalmente se estima que el 60% de los hogares en México consumen refresco y esto solo es rebasado en el gasto doméstico por las tortillas de maíz y la leche. Por consiguiente las compañías refresqueras como en el caso de Coca Cola México seguirán apuntalando sus más de 70 marcas y 500 productos para mantener sus niveles de ventas. Además de seguir impulsando sus bebidas antioxidantes y nutritivas para ser parte de la solución en temas de salud de los consumidores.