Con experiencia, hegemonía y dominio en todo el segundo tiempo, el Real Madrid venció 3-1 al Liverpool en la Final de la Champions League, gracias a un doblete del galés Gareth Bale, que incluyó una chilena que pasará a la historia.

Las lesiones de Mohamed Salah, el mejor jugador de los Reds y de Dani Carvajal, lateral merengue, el club de Zinedine Zidane llegó a su decimotercer título en la historia de la institución y la tercera consecutiva tanto para el equipo, como para el técnico francés.

Salah, quien interrumpió su ayuno del Ramadán para jugar la final, llegaba a la contienda con 11 anotaciones, mientras que "CR7" acumulaba 15, por lo que el portugués buscaba en el encuentro romper uno de sus récords con mayor anotaciones en la competencia europea.

Las malas noticias en el encuentro llegaron muy temprano.

Justo cuando los Reds continuaban con su poderío ofensivo, en un encontronazo con el central del Real Madrid, Sergio Ramos, Mohamed Salah salió lesionado a los 30 minutos del partido, por lo que su participación en la Copa del Mundo se torna complicada.

Inmediatamente después, el lateral español del Real Madrid, Carvajal, sale lesionado para darle entrada a Nacho, quien también podría perder su lugar en Rusia 2018 con la Selección de España.

En el descanso el dominio del Liverpool fue amplio, por lo que Zidane tenía que ajustar en los últimos 45 minutos para darle más ataque a su equipo.

A los 41 minutos y tras un rebote, Karim Benzemá anotó por el Real Madrid pero el gol fue anulado por el árbitro, lo que ya daba pistas que los Merengues iban enserio por el título.

Llegó el primer error del portero alemán Karius.

Tras mal despeje, notable falta de concentración del jugador que suplió a Mignolet en el arco, el "Gato" Benzemá hizo el primero del encuentro al 50'.

Unos minutos más tarde, y con el empuje característico del Liverpool y los equipos de Jürgen Klopp, Sadio Mané emparejó el juego en el 54, poniendo el empate en el partido.

Y el que alguna vez fue llamado "jugador de cristal", cayó todas las bocas en contra de los aficionados y no seguidores del Real Madrid.

Como de película, e inmediatamente de haber entrado, Gareth Bale hizo el 2-1 con una chilena magistral, que bien podría competir con la que hizo su compañero, Cristiano Ronaldo, en la misma competencia.

Pero faltaba el cierre con broche de oro.

Con un final de ensueño, el galés del Real Madrid, liquidó el encuentro al minuto 83, en otro error del arquero germano, que catapultó a los Merengues a levantar su tercera "Orejona" consecutiva.

Tras este resultado, Zidane consigue su tercer títtulo de Champions League en fila y la institución como tal llega a su decimotercer copa europea, lo que los sitúa como el mejor equipo en la historia, sólo seguidos por el AC Milan con siete campeonatos.