CANCUN, QR.- El destino de un parque urbano, pensado y diseñado para desarrollarse en malecón Tajamar, quedó en riesgo luego de que el 16 de enero pasado, cuando el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) desmontó 22 hectáreas de manglares y selva, incluyó 5.4 hectáreas de terrenos públicos. 

La dependencia federal entregó esos predios al ayuntamiento de Cancún en 2007, en términos de la Ley de Fraccionamientos, donación condicionada a que no cambiasen sus usos de suelo destinados a área verde y equipamiento. 

Los terrenos afectados por la maquinaria tienen una vista privilegiada a la Laguna Nichupté y con esquina a la rambla principal que da acceso al malecón. 

El primer lote estaba destinado a equipamiento urbano, mientras que el segundo y tercero tienen usos de suelo de área verde. En el lugar estaba planeado el parque urbano con concha acústica desde hace año y medio. 

En entrevista, la directora del Instituto Municipal de Planeación del ayuntamiento de Benito Juárez, Santhy Montemayor —encargada del proyecto— aseguró que los usos y destinos del suelo de los lotes no han cambiado de acuerdo con el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Malecón Cancún, vigente desde el 7 de septiembre de 2006. 

Subrayó que hace año y medio se diseñó el proyecto como un sitio de recreo para reforzar actividades deportivas y de fomento a expresiones artísticas como conciertos, teatro y carnavales, entre otros. 

El plan no se había desarrollado porque se encontraba en etapa de gestión de recursos para habilitar el espacio respetando las zonas de manglar y los espejos de agua. 

“Incluso, le bajamos a los parámetros de construcción o aprovechamiento para tener el menos concreto posible y respetar los manglares y la vegetación en general, dejando espejos de agua naturales”, dijo. 

Sin embargo, ahora el proyecto no sólo está detenido por temas económicos, sino también jurídicos y ambientales. Las condiciones de los predios cambiaron con la intervención del Fonatur “que entró a todo el polígono”. 

“Probablemente no se pueda hacer. Tenemos que ir y revisar qué es lo que se puede salvar”, señaló y reconoció que a tres semanas de lo ocurrido, no han visitado los lotes para determinar el nivel de impacto o las modificaciones que sufrió.