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En peligro de desaparición, unas 20 lenguas originarias de México
México, D.F..- Una vez Gilberto González Arce comprendió que la lengua de sus abuelos estaba en riesgo, decidió hacer algo para evitar su desaparición, una amenaza que pesa sobre poco más de 20 idiomas a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Gilberto es un joven de la etnia kumiai que habita las mesetas costeras del estado de Baja California Norte, fronterizo con Estados Unidos. Creció escuchando los relatos fantásticos en la voz de los ancianos de su comunidad, La Huerta (municipio de Ensenada), en la que solo quedan unos 15 hablantes de kumiai, más unos cuantos hablantes pasivos, es decir que entienden aunque no hablan.
Hace unos días, este indígena de 24 años y estudiante de enfermería viajó a la capital mexicana para participar en el VIII Encuentro de Lenguas en Peligro, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH). La edición se centró en la concientización de los jóvenes.
Según la UNESCO, México es una de las 10 naciones con mayor diversidad lingüística del mundo: 7,000,000 de mexicanos hablan una de las 68 lenguas originarias, sin contar las 364 variantes lingüísticas o dialectos.
Pero a decir del organizador del Encuentro de Lenguas en Peligro, Francisco Barriga Puente, "en México todas las lenguas están en mayor o menor riesgo, algunas de forma más grave. De ellas, la tercera parte se encuentra en alto riesgo de desaparecer", lo que significa algo más de 20.
Aunque a los kumiai se les cuantifica en más de 300,000 personas, esta antigua cultura dispersa entre México y Estados Unidos, poco a poco va viendo como el silencio se traga las palabras que dieron forma a su cosmovisión. Los jóvenes migran, los niños no lo conocen, sus miembros prefieren el español y los ancianos que lo hablan no tardarán en desaparecer.
Es por eso que González, quien como muchos primero aprendió español, trabaja en enseñar la lengua de sus ancestros a los niños de La Huerta. Lo ayuda su abuelo, pues él tampoco habla kumiai con soltura.
Orientado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México, produce materiales didácticos para que los pequeños aprendan los animales, qué colores tienen y cuántos son, hasta que son capaces de decir quiénes son, qué quieren y cómo se llaman las cosas a su alrededor.
"Uno de los síntomas de que una lengua está en riesgo es que los jóvenes y los niños dejan de hablarla. Deja de transmitirse por numerosas causales como migración, discriminación, prejuicios lingüísticos, así que los padres dejan de enseñarla. Los primeros que la pierden entonces son los niños", dijo Barriga Puente, antropólogo y Doctor en Lingüística.
A decir de expertos como Miguel León Portilla, una de las máximas autoridades en culturas prehispánicas de México, cuando muere una lengua, se pierde una visión del mundo.
En el país, este sería el caso del papabuco, lengua zapotecana con cinco hablantes; el ayapaneco, que de dos hablantes pasó a nueve; y el ixcateco, del cual algunos miembros de su comunidad trabajan por preservarlo.
Para Barriga Puente, además de que la lengua es el soporte más importante del pensamiento, "conocer mejor una de ellas nos permite entender mejor los procesos cognitivos".
Lejos de ciencias, Gilberto González tiene otras razones para preservar la lengua de su pueblo: "Lo esencial de nuestra cultura es la lengua kumiai, se las enseño para tratar de entender el sentir de los abuelos. Nosotros ya nacimos con el español, sentimos en español, nuestros abuelos tienen el sentir de la vida en kumiai. Queremos sentir esa misma pertenencia".
Una de las narraciones aprendidas de sus ancestros es un relato de creación que explica que la cultura kumiai se debe a Maija Awi, el dios serpiente.
"Era una serpiente muy grande que se movía por todo el territorio ocupado por los kumiai hasta que un día estalla, dispersando palabras, cantos, danzas, creencias, colores, vestimentas…", contó a dpa.
En varias ocasiones, Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, ha destacado la importancia de las lenguas originarias como vehículo para reforzar la identidad, pero también para que prosperen todas las iniciativas en materia de educación, mejore la calidad de la enseñanza y se llegue a quienes han quedado al margen.
Sin embargo, pese a los avances institucionales, en el caso mexicano la tarea de alfabetizar en las lenguas originarias es mucho más compleja, debido a la gran riqueza de su patrimonio lingüístico.
Además de la falta de traductores, defensores y profesores en cada lengua originaria, incluyendo sus diversas variantes, Barriga Puente ejemplificó esa problemática con el sureño estado de Oaxaca, uno de los más pobres de México y cuya extensión es muy comparable a Portugal.
"Oaxaca posee una diversidad lingüística que supera a toda Europa junta. Si queremos atender a toda esta población para alfabetizarla en su lengua materna tendríamos que crear más de cien libros de textos diferentes", aseguró.
Instituto Nacional de Lenguas Indígenas: http://dpaq.de/veVvY
Catálogo de lenguas indígenas de México: http://dpaq.de/7Y0DC