En once años la Región Carbonífera de Coahuila tendrá que renunciar al carbón como base de su economía
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En once años la Región Carbonífera de Coahuila tendrá que renunciar al carbón como base de su economía
Piedras Negras, Coah. – A 11 años para que se cumplan los acuerdos de México para la descarbonización de su economía, aun no hay claras estrategias del gobierno federal y del estado para la diversificación en la generación de empleos, pues de acuerdo Naciones Unidas para el Cambio Climático, en 2030 se tendrá que dejar de usar el mineral como fuente de energía por otras más limpias.
El ambientalista Waldo Terry Carrillo, dijo que, de conformidad con los acuerdos adoptados en las Conferencias de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, México no ha dado muestras claras o planes que ya deberían de estar en operación para generar otro tipo de empleos que no dependan de la actividad minera de carbón.
Aunque mencionó que, si bien es cierto que México está generando electricidad a través de otras fuentes como es la Eólica o Solar, aun el carbón es la principal para la generación en las plantas carboeléctricas instaladas en el municipio de Nava.
“No se han dado a conocer los mecanismos o planes de contingencia que garantizarán el bienestar y desarrollo económico de las familias de la región carbonífera de Coahuila, que dependen el 80 por ciento de la extracción del combustible fósil”, afirmó.
Destacó que el carbón es la primera fuente de electricidad en el mundo, ya que alrededor de 40 por ciento proviene de la quema de dicho combustible, lo cual crea afectaciones severas al medio ambiente producto de la generación de gases de efecto invernadero (GEI).
Recordó que México se integró a la Alianza contra el Carbón, que a través de la Plataforma 2050, los 26 países integrantes se comprometieron a descarbonizar su economía a mediados de siglo, además de impulsar a la iniciativa privada para que mueva sus activos hacia opciones neutras en emisiones.
Con base a los acuerdos- añadió-, estos países han aceptado que una verdadera transición requiere acciones que los lleven a un horizonte bajo en carbono, subrayando que hacen falta políticas públicas y marcos regulatorios claros que den una señal a los inversionistas para que empiecen a planificar sus negocios de cara a un cambio de estrategia hacia inversiones limpias.
Dijo que México se comprometió ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) a reducir 25 por ciento de sus emisiones de GEI y de contaminantes climáticos de vida corta en 2030, lo que implica una reducción de 51 por ciento del uso del carbón.
“El compromiso que hizo México es ya no generar más emisiones de las que pueden absorber los ecosistemas por mecanismos naturales”, manifestó.
Enfatizó que la decisión de México de sumarse a las plataformas y alianzas por la descarbonización, representan un reto a nivel social, económico y ambiental, ya que el país posee una región carbonífera que representa una importante fuente de empleo para miles de familias.
Hizo hincapié en la importancia sobre los mecanismos, planes o estrategias con las que el gobierno mexicano propone alcanzar la descarbonización de su economía en 2030, y asegurar el desarrollo económico de la región carbonífera del país y el bienestar de las familias que dependen de esta actividad extractiva.
No están preparados para dejar la actividad extractiva
En tanto, los organismos que aglutinan a productores de mineral como la Unión Mexicana de Productores de Carbón (UMPC) y la Unión Nacional de Productores de Carbón (UNPC), coinciden en que aún no se encuentran preparados como para dejar de generar totalmente la energía a través de otras fuentes, porque todavía no se ha dado la diversificación de la economía.
Estiman que al menos en la región de Sabinas, Muzquiz y San Juan de Sabinas, el 80 por ciento de los empleos o la derrama económica proviene de la explotación de carbón en minas subterráneas o tajos a cielo abierto.