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En México, 73% de las trabajadoras es madre
CDMX.- El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, dijo que en México hay 19.9 millones de mujeres que trabajan en una actividad remunerada, de las cuales 14.7 millones son madres, equivalente a 73.86 por ciento.
En ocasión del Día de las Madres, Navarrete Prida destacó que derivado de la reforma laboral de 2012, el marco jurídico mexicano promueve mayores condiciones para la igualdad, acceso y permanencia en el empleo para las mujeres y madres trabajadoras.
El funcionario dijo que, como parte de estas políticas, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social elaboró la cláusula tipo en materia de lactarios en centros de trabajo, misma que se presentó a las organizaciones de trabajadores y de empleadores en agosto de 2016.
Resaltó que continúa con el acompañamiento de la eventual ratificación del convenio 183 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre protección a la maternidad, para lo cual se trabaja en la revisión y posible modificación del marco jurídico en la materia.
La Ley Federal del Trabajo prohíbe que, durante el periodo del embarazo, realicen trabajos que exijan esfuerzos considerables y signifiquen un peligro para su salud en relación con la gestación, tales como levantar, tirar o empujar grandes pesos, que produzcan trepidación, estar de pie durante largo tiempo o que actúen o puedan alterar su estado psíquico y nervioso.
Las madres trabajadoras también tienen derecho a 12 semanas de incapacidad por maternidad, las cuales pueden usar según les convenga, pudiendo transferir hasta cuatro semanas de las seis que les corresponden, del periodo prenatal al postnatal.
En caso de que los hijos hayan nacido con cualquier tipo de discapacidad o requieran atención médica hospitalaria, el descanso podrá ser de hasta 8 semanas posteriores al parto, previa presentación del certificado médico correspondiente.
SOLO EL 8.7% DE MUEJRES ADULTAS RECIBE PENSIÓN
En México, sólo un 8.7% de las mujeres adultas mayores está pensionada o jubilada, o recibe pensión por viudez, a diferencia de los hombres, donde una cuarta parte recibe una pensión, reveló la Comisión Nacional del Ahorro para el Retiro (Consar).
La Consar indicó que la situación de la mujer en la sociedad mexicana tuvo avances significativos durante las últimas décadas, pero persisten importantes retos para lograr una verdadera equidad de género y mejorar su calidad de vida en la vejez y para ello es necesario tener autonomía financiera.
“La vulnerabilidad de las madres en temas pensionarios no se debe a una actitud pasiva de las mujeres, sino a que muchas de ellas dedican la mayor parte de su vida productiva a ser madres y a realizar actividades domésticas no remuneradas, pero indispensables para su núcleo familiar”, apuntó.
Por medio de un documento titulado “Cómo ser mamá, ama de casa y retirarse como las grandes”, la Comisión destacó que durante su vida productiva, la actividad más frecuente de las mujeres es el trabajo no remunerado, pues el 62.8% de ellas se dedican a los quehaceres domésticos, actividad que realiza solamente 8.0% de los hombres.
Lo anterior genera que la principal fuente de ingresos de las personas adultas mayores sean “las transferencias” en el caso de las mujeres (59.3%), mientras que para los hombres es el ingreso por trabajo o negocio (58.4%); en ambos casos, los ingresos por trabajo bajan conforme sube la edad y cobran mayor importancia las transferencias y los programas sociales.
Los factores que desfavorecen el ahorro para el retiro de las madres y amas de casa son la especialización por género del trabajo en el hogar, pues la vida laboral de las mujeres es corta e interrumpida por los embarazos y el cuidado doméstico.
Añadió que esto “ha representado el principal obstáculo para la participación de las mujeres en el mercado laboral formal. No sorprende, por tanto, que el sector informal en México tenga rostro femenino pues es ahí donde buena parte de las madres mexicanas dedican su actividad cotidiana”.
Más aún, dedicarse de manera exclusiva a las tareas del hogar (60% de las mujeres lo hace), puede suponer un obstáculo para el ahorro, la inclusión financiera e incluso la comprensión de algunos conceptos financieros básicos.
Otro factor que limita el ahorro de las mujeres son las diferencias de sueldos y oportunidades, porque ellas reciben menores remuneraciones que el hombre por el mismo trabajo.
Además, las actividades profesionales requieren, entre otras cosas, la capacidad de realizar viajes, largas jornadas y tiempo fuera de casa, tareas que por la naturaleza del rol familiar de las madres, siempre les resultan más complejas.