En los meses ‘bre’
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En los meses ‘bre’
Con ciclones y lluvias se recorre la recta final del verano.
Septiembre no sólo es el mes de la patria y de la biblia, sino también el mes en que empieza el otoño, en el vigésimo segundo de sus días. Irán haciéndose frescos los amaneceres hasta que lleguen los vientos otoñales que se llevan las hojas secas de muchas frondas.
Terminado el tiempo vacacional se concentra la atención en el próximo trimestre de los cuatro meses terminados en “bre” con que finalizará el año. Es antesala predominantemente política. Habrá bullicio de impaciencias codiciosas de poder, cuyas manifestaciones empiezan ya a adelantarse.
El estira y afloja del maltratado TLC puede tensar las cuerdas hasta la ruptura, y la moneda del volado está en el aire para adivinar qué país tendrá la elegancia de retirarse primero. No se tolera el “yo gano y tú pierdes” y sólo hay esperanza de continuidad si se logra el equilibrio del “ganar-ganar”. Se dice que el Plan B ya está en la catapulta.
El juego coreano de los cohetes y las bombitas no parece apaciguarse con sanciones de los poderosos y se conservan ya los dedos cerca de los botones que preparan una respuesta a cualquier ataque sorpresivo. Es la competencia de fuerza en la enemistad, por falta de diálogo inteligente.
Se informa –en videos– lo bueno que quiere contar, sin mencionar los graves descuentos que la gente contempla, enumera y padece. Subrayar la apariencia no borra la ausencia de los desaparecidos en esta región de violencias solapadas y succiones disimuladas.
Se dice que hay menos empobrecidos, pero la estructura es de por sí despojadora por salarios anacrónicos y rezagados. Con sus brincos no logran alcanzar lo básico, que ya no parece estar en canasta, sino en globo aerostático. Los ingresos descomunales de los que dicen representar al pueblo exhiben el contraste generado por la injusticia distributiva.
Hay juventud despistada de “ninis” estacionados, pero también hay una ola de aptitudes y destrezas, de actitud crítica y entusiasta que viene, por los cauces universitarios, buscando presencia dinámica en la próxima década.
Se privilegia lo tecnológico pero todos los ambientes nacionales requieren una humanización ética en que no predominen las descalificaciones, las agresiones y las exclusiones, sino una maduración relacional que permita la unidad en las diferencias complementarias…