El jueves pasado destacó en las notas de farándula internacional la boda de la actriz norteamericana Scarlett Johansson con Colin Jost, del elenco de “Saturday Night Live”, quien la acompañó a los Oscares en febrero. 

Irónicamente, en la misma semana se llevó a cabo el estreno mundial a través de la plataforma de Apple TV de “En las rocas” (“On the rocks”), la más reciente película de la cineasta también norteamericana Sofia Coppola en la que vuelve a colaborar con el reconocido actor Bill Murray 17 años después de haber trabajado ellos dos con la mencionada Scarlett Johansson en el clásico contemporáneo “Perdidos en Tokio” (“Lost in Translation”), que hablando del Oscar le dio a ganar a Sofia Coppola el Oscar al Mejor Guion Original del 2003 y a Bill Murray su primera nominación a la estatuilla dorada en la terna al Mejor Actor de aquel mismo año. 

Siguiendo con las curiosidades, “En las rocas” inicia con la boda de Laura (Rashida Jones) y Dean (Marlon Wayans), quien en medio de la luna de miel recibe la llamada de su parrandero padre Félix (Bill Murray), quien le dice que no se olvide de que siempre será su niña querida y si el hombre que la había alejado de su casa no la hacía feliz se lo hiciera saber para irla a rescatar de inmediato. Los años pasan, Laura es madre de dos hijos pequeños combinando esta actividad con su trabajo de escritora en lo que Dean se encuentra en plena promoción laboral dentro de una compañía pero en vísperas de su cumpleaños empieza a sospechar que quizás su marido le es infiel. 

Esas sospechas las afianza la llegada a la ciudad de Nueva York en donde vive de su padre tras un viaje por París, quien se ofrece a ayudarla a descubrir si sus sospechas son ciertas, lo cual propicia que vuelvan a retomar el tiempo que ya no han compartido en los años de matrimonio de ella … pero también a confrontarlos con contratiempos del pasado familiar que llevaron a Félix a divorciarse de la madre de Laura y haber sido primero él, y no ella, quien se había alejado del hogar que había formado. 

Desde su memorable ópera prima de 1999 “Las vírgenes suicidas”, Sofía Coppola se ha caracterizado por ser una cineasta nada convencional para los estándares de Hollywood de una manera similar a su no famoso padre, el célebre realizador Francis Ford Coppola, y así como él ha mantenido una filmografía más basada en sus convicciones que en las tendencias que van dictando los grandes estudios, y al igual que su progenitor ha destacado también como una autora en toda la extensión de la palabra que además de dar una atractiva voz a diversos personajes femeninos no deja a los masculinos atrás, y esta comedia romántica no es la excepción, ya que la química que Rashida Jones y Bill Murray como padre e hija en la trama es el corazón de esta cinta gracias a los diálogos y actuaciones de los dos. 

No podemos dejar atrás las actuaciones secundarias tanto del mencionado Wayans (que como lo demostró en “Réquiem por un sueño”, de Darren Aronofsky, hace 20 años cuando hace drama es quizás hasta mejor que en la faceta de comediante por la que es más conocido) o Barbara Bain (recordada como protagonista de la serie setentera “Odisea 1999”), como la abuela de Laura, entre otros, y como dato adicional vale la pena destacar que Murray también canta (y no lo hace tan mal) en una secuencia de la historia que tiene lugar en la playa mexicana de Manzanillo. Para disfrutar un buen “sabadrink”. 

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