En las escuelas de Coahuila ya es obligado que ante problemas, la solución no sea un castigo
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En las escuelas de Coahuila ya es obligado que ante problemas, la solución no sea un castigo
Con el objetivo de frenar la violencia entre la comunidad estudiantil y promover la paz entre las nuevas generaciones, las instituciones educativas públicas y privadas deben trabajar por ley con mediación y justicia restaurativa para la atención del conflicto escolar.
Desde hace dos meses, el Congreso del Estado realizó una modificación del artículo séptimo de la Ley Estatal de Educación, colocando en la fracción 7, donde indica que toda institución debe de promover este tipo de acciones para evitar que se incremente cualquier tipo de conflictos dentro de los planteles que hay en el Estado.
Si bien esto fue aprobado el pasado 24 de septiembre por legisladores locales, el día 30 del mismo mes en el Congreso de la Unión, se aprobó la Ley General de Educación, la cual indica en su artículo 74 que: “las autoridades educativas, en el ámbito de su competencia, promoverán la cultura de la paz y no violencia para generar una convivencia democrática basada en el respeto a la dignidad de las personas y de los derechos humanos”, dijo.
Lo anterior, mediante acciones que lleven a los alumnos al sentido de comunidad y solidaridad, involucrando así a docentes, padres y madres de familia y tutores además del personal de apoyo, asistencia a la educación y los directivos y supervisores.
EL PUNTO CLAVE
El punto es “Prevenir y atender la violencia que se ejerza en el entorno escolar”. Pero a decir de expertos, ¿Qué es la mediación y la justicia restaurativa?
Santiago Ignacio Quiroz, vicepresidente de Mediare, asociación civil que trabaja en la creación de una nueva forma de relacionamiento social en todo América Latina, detalló que, aunque en la ley se indica la realización de campañas mediante uso de las tecnologías de información, así como la difusión de materiales de prevención de maltrato escolar y talleres, esta nueva forma de que los jóvenes enfrenten sus conflictos debe de instrumentarse mediante dos vocaciones de la mediación escolar.
Una de ellas entre pares, es decir entre estudiantes o con mediación de conflictos, por ejemplo, maestro con un alumno.
Describo que en la justicia restaurativa en vez de culpabilidad y castigo, hay un seguimiento de responsabilización y atención de obligaciones, la principal de ellas es resarcir y compensar en la medida de lo posible a la persona dañada.
De lo que se trata es que el niño, adolescente o joven entienda que su conducta no lesionó un reglamento de una escuela si no a una persona en particular. “Esos procesos restaurativos en lugar de que sea un diálogo entre la persona que dañó y la víctima, permiten que ingresen más personas, la comunidad escolar, pueden ser los alumnos, victimario, su familia, la persona víctima y su familia y miembros de la demás comunidad,” dijo.
“Cuando una persona daña y ofende en una comunidad escolar se rompen las relaciones y queda dañada la comunidad, cuando se aplica el castigo (como siempre) la humanidad aprendió a regular la conducta de las personas con el tótem y el tabú del premio y el castigo”
“Si a ti te señala la comunidad como el niño que le hizo una cosa a otro niño, a pesar de que a lo mejor pagues la reparación y se te cambie de kínder o primaria, siempre estará marcado por la comunidad como el niño que realizó esa conducta.
“La justicia restaurativa ayuda a que la comunidad y el niño víctima y el niño que omitió la situación puedan reintegrarse de alguna manera a su comunidad”.
Si bien es cierto que antes de los 12 años, las responsabilidades se trasladan a los adultos —padres o tutores— la justicia restaurativa ofrece la ejecución de acciones a la comunidad como servicios sociales.
“Dice la Convención de los Derechos del Niño que cuando haya este tipo de conductas, además de la reparación se debe privilegiar el servicio la comunidad y así se sientan útiles, la reparación es que se sienta útil ante la comunidad escolar”.
TODO UN CAMBIO DE ACTITUD
A decir del experto, es importante respetar los deseos de la víctima y que no se le imponga el seguimiento del caso, pues si la víctima quiere una justicia restaurativa no significa que no sea inteligente, si no que obedece a un grado de inteligencia superior al querer restaurar en lugar de castigar.
“Habrá victimas que quieran otro tipo de solución, solución castigo y hay que respetarlo como sociedad, individuos y medios, no podemos evitar meternos en nuestro ámbito personal en como digamos. Pues quien sabe lo que una víctima necesita mejor que ella misma”.
“Esa filosofía del número 12 de la lotería “El Valiente” no nos funcionó, aquí pasan cosas muy terribles todos los días, en nuestro país necesitamos enseñar a los niños otras formas en que nos relacionemos ante la presencia del conflicto porque siempre va a existir entonces mejor que tengan formas constructivas de abordarlo”.
Lanzó un llamado a los padres, pues si las escuelas van a implementar este tipo de acciones, se tienen que solidarizar con la comunidad cuando menos capacitándose en mediación para no minimizar ni ridiculizar los esfuerzos del cambio de la cultura.
“Si los niños están aprendiendo a que llegan a decir no se peleen, vamos a dialogar, hay que hacerles caso, porque si lo acaban de aprender en la escuela y tú con tu lógica les enseñas con esa actitud que no sirve, ¿a quién le van a creer más, al maestro o al papá?”
LA MEDIACIÓN EN EL ESTADO
En Coahuila, aunque la Secretaría de Educación asegura que aplica la mediación desde hace más de una década, a partir del 2016 se ha visto un incremento de capacitación de esfuerzos para atender esta forma de trabajar con los menores, ahora tiene el reto de aplicarlo en todos sus planteles por estas dos obligaciones legales.
Quiroz Villarreal destacó que uno de las instituciones con un centro de mediación universitaria bien instalada es la Universidad Autónoma del Noreste. Así como el Grupo Educativo Inglés en nivel básico.
“En todos los países donde hay justicia restaurativa, la reincidencia baja y las comunidades sanan” dijo al citar una frase del maestro Antonio Berchelmann Arizpe: “Los medios alternos, los sustitutivos penales y la reparación del daño también cumplen con fines de reinserción social y justicia restaurativa. Y en muchos casos los logran mejor que la prisión, la cual en sí es desocializante”.
Señaló que el país no debe relacionar a los niños como hasta las generaciones actuales lo han hecho, al castigo y la venganza, o al decir “si me la haces me la pagas”.
“En el país estamos a punto del turrón y es fácil echarle la culpa a otro, pero somos parte todos de esta comunidad”.
Exhortó a que si no se puede hacer el cambio de cultura, pues así se tiene educados a los adultos actualmente, podría reinvertirse en las nuevas generaciones y para mejorar sus formas de relacionarse.
“Habrá resistencia sí, pero cuando menos se debe introducir al debate de nuestra sociedad temas que tendrán aristas, pues algunos se le harán cosas burdas a algunos otros no, el chiste es que se debata y se realicen las obligaciones pues ya está en la ley”, concluyó.
ES POR LEY
El pasado 24 de septiembre, legisladores locales aprobaron una reforma de ley para que las escuelas apliquen la mediación y justicia restaurativa en conflictos escolares.
El 30 del mismo mes el Congreso de la Unión lo aprobó la Ley General de Educación.