Mientras en México la sociedad civil, candidatos a la presidencia y gobernadores se quedan pasmados ante el curso de las negociaciones del TLCAN, pareciera que allá en Estados Unidos tenemos a nuestros mejores aliados, y son diversos sectores los que se han encargado de cabildear intensamente en favor de su continuidad.

La honrosa excepción ha sido el sector empresarial mexicano que participa activamente en la renegociación del TLCAN hombro con hombro con el Gobierno federal, y que el jueves pasado, a través del organismo cúpula, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) instó a los candidatos presidenciales a definirse claramente sobre su posición en torno al TLCAN y al modelo económico del País.

Ya no son solamente empresarios, industriales, legisladores y gobernadores de estados de la Unión Americana con altos volúmenes de exportación a México los que de una u otra manera han ejercido presión a la Administración Trump de preservar un TLCAN beneficioso para los tres países de la región. También el pasado jueves se dio un hecho inédito que viene a dar a México un importante espaldarazo en estos momentos cruciales de la renegociación.

En una carta enviada al presidente de Estados Unidos, importantes y destacados militares norteamericanos que en épocas pasadas desempeñaron puestos estratégicos en las Fuerzas Armadas, o en la administración federal, solicitaron a Trump llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso para los tres países. Sostienen lo siguiente:

“Sin el NAFTA, la cooperación con nuestros vecinos de América del Norte, sería menos probable, debilitando nuestra capacidad para confrontar retos de seguridad…  Señor Presidente, NAFTA es mucho más que un acuerdo comercial, es un aspecto central de nuestra seguridad nacional…”.

Esta es sólo una muestra de la defensa activa que en Estados Unidos, diversos grupos de interés hacen del TLCAN, mientras aquí permanecemos atónitos, inertes, con nula capacidad de movilización, a la espera del desenlace.

¿Qué dicen los candidatos presidenciales respecto al TLCAN? Que sean claros y dejen la demagogia de lado, como lo afirmó Juan Pablo Castañon Castañon, presidente del CCE.

¿Están o no a favor? ¿Se oponen a o no a su modernización? Si lo quieren cambiar, ¿qué aspectos en particular desearían modificar? Si las negociaciones se extienden hasta el próximo año, ¿qué estrategia asumirían?

Y lo más importante de todo, porque aquí si cabe esa pregunta; ¿cuál sería su plan B si Trump decide abandonar el TLCAN y que acciones se tomarían en materia diplomática, económica y comercial?

Un papel trascendental en estos momentos lo pueden jugar los gobernadores. La Conago ha manifestado tener acercamientos con sus homólogos de la Unión Americana, y que más de una veintena de ellos coinciden en preservar el TLCAN. De igual forma, los mandatarios fronterizos han demandado al Gobierno federal participar en el “cuarto de junto” en la renegociación.

Si bien se agradece su ofrecimiento, la labor importante de ellos sería en sus propios estados. Es imperativo que difundan, convenzan y enriquezcan el debate en relación a los múltiples beneficios que el TLCAN ha traído al país. El peligro de la demagogia y la ignorancia comercial no sólo está del otro lado de la frontera, aquí lo tenemos también, a la vuelta de esquina, o mejor dicho a la vuelta del 1 de julio.

Que del cabildeo en Estados Unidos y las negociaciones se encarguen los empresarios y el Gobierno federal, que lo han hecho excelente. Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo han orquestado una red de cabildeo político magistral. El canciller se tragó todo tipo de críticas y señalamientos, desde la invitación al candidato Trump para venir a México, hasta al tomar las riendas de la SRE. Ahora está cosechando los frutos de ello. Hemos ganado tiempo valioso en la renegociación, los exabruptos de Trump siguen, pero son menos y los grupos de presión a favor del TLCAN se han multiplicado.

Falta hacer el trabajo interno con nuestra población, movilizarnos y emprender campañas de información para la reflexión y el análisis crítico y objetivo. Aquí todavía hay amplios sectores que desprecian el TLCAN por toda la demagogia que está en el entorno.

Es necesario que salgamos en defensa del TLCAN y de la reforma energética que los políticos ahora también pretenden echar abajo. Las dos reformas económicas estructurales más trascendentales de los últimos 30 años están en grave peligro y ello no es poca cosa.

@guillermo_garza

Catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad 
Autónoma de Coahuila