En la colonia El Álamo de Saltillo llevan años soportando un pestilente olor

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En la colonia El Álamo de Saltillo llevan años soportando un pestilente olor

GRAVE. La gente del lugar espera que ya se tomen medidas y no pasa nada. Fotos: Cortesía
La problemática de las alcantarillas tapadas ha tenido a los vecinos de la colonia ubicada al sur de la ciudad en medio de malos olores

Inmundicia, grasa, piedras y quien sabe cuánto animalero más saldrá de la alcantarilla, pero es un añejo problema que arrastra la gente que vive en la colonia El Álamo.

Ocurre en la intersección de las calles 2 y 18, donde apenas cae una llovizna y del registro salen borbotones de agua negra que deja un aroma nauseabundo y tener que soportar eso es un martirio para los vecinos.

Pero ayer fue diferente, pues las nubes apenas se asomaron sin más, afloró el problema y es una situación que tiene harta a la comunidad.

Pero en el sitio no sólo hay lamentos, también se habla de la necesidad de una llamada de atención por parte del Municipio a algunas personas, esto porque se ha visto que de la alcantarilla salen restos del menudo que algunos venden el domingo y al parecer tiran las sobras.

 

 

 

PÉSIMO. El sitio es propicio para las infecciones de todo tipo pues las aguas negras están presentes día y noche.

Eso ocurre cuadras más al oriente, afectando con esto a los que viven en la zona baja de la colonia, ante esta desconsideración se esperan acciones por parte de la dirección de Ecología o algún operativo de la Policía Ambiental.

El pasado lunes acudió personal de Aguas de Saltillo y con maquinaria especial el personal trató de solucionar el problema, pero es a todas luces un asunto que los ha rebasado. “Es arena con grasa”, se hace como concreto”, aseguró un vecino que fueron las palabras del encargado del camión.

Las lluvias, como suele pasar, desatan este problema, pero en ese lugar en cualquier condición sale el agua puerca y con el sol se vuelve insoportable el olor y se vuelve un foco de infección en la calle 2, una de las más transitadas.

Por ese motivo los habitantes de la colonia El Álamo piden al Municipio y a Aguas de Saltillo la atención e investigación a fondo ante el añejo problema, pero insisten en que también hay que educar a la gente –o multarla– para evitar esa práctica de aventar al drenaje restos voluminosos de comida.

¿Herencia del rastro?

Hace aproximadamente 12 años era común que de varias alcantarillas en un considerable perímetro brotaran restos de animales. Entre vísceras, sangre y huesos era evidente que el tiradero provenía del Rastro Municipal.

Al correr del tiempo se ha venido regulando ese tipo de prácticas y no se reporta algo similar, sin embargo, el problema de la acumulación de todo tipo de desecho persiste y ninguna dependencia parece interesada en atenderlo.

“Vaya usted a saber si no quedó ahí atorado el mugrero y seguimos pagando por eso”. Se quejó otro residente.