Ahora en Japón es posible alquilar amigos, familiares o pareja para que acudan contigo a eventos sociales, o incluso para realizar trámites.

La idea surgió hace 10 años a Yuichi Ishii, luego de hacerse pasar como el padre del hijo de una amiga, quien no podía inscribir a su pequeño en una guardería privada de Tokio por ser madre soltera, pues no aceptaban a niños de familias monoparentales.

El emprendedor comentó "Me di cuenta de que existían injusticias en la sociedad japonesa, y vi que era posible ofrecer servicios para cubrir esos huecos". 

Yuichi Ishii, fundador de la empresa Family Romance, dijo que al principio, el negocio sólo consistía en realizar favores entre amigos, después reunió a personas para que fueran "invitados de relleno" en bodas y al final tomó la decisión de profesionalizar sus servicios, los amplió y comenzó a promocionarlos en redes sociales. 

El día de hoy, la empresa pionera japonesa cuenta con 200 empleados o "actores" como les llama Yuichi Ishii. Hay un menú amplio que permite la renta por horas de compañeros de trabajo, amigos, novios, esposas, maridos, madres, padres o hijos. 

El cliente puede elegir entre la variedad de actores que cuentan con experiencia y formación para desempeñar cualquier papel. Además, los hay de diferentes aspectos físicos y personalidades que se adaptan a las exigencias del cliente, explicó su fundador de 36 años. 

Los servicios pueden ser específicos, que van desde ocupar a los actores para que aparezcan en las selfies que publicarán en sus redes sociales hasta para que llamen la atención o escuchen los problemas del cliente, incluso pueden acompañarlos al extranjero. 

"La gente quiere construir hoy día su propia imagen de marca a través de las redes sociales. Nosotros les ayudamos ofreciéndoles a acompañantes atractivos, con estilos y que saben posar", indicó el emprendedor japonés.

Sin embargo, ser prestador de servicios o cliente de esta empresa tiene sus desventajas, porque el mismo fundador de la empresa, desde hace varios años se hace pasar por el padre de una niña y afirmó que "le duele mucho cada vez que se tiene que separar de ella", pues la ha visto crecer y la pequeña lo considera como su verdadero progenitor. 

Ishii confesó "en estos casos no sé si estoy actuando o son mis verdaderos sentimientos". 

Agregó que el éxito de su empresa se debe a las nuevas condiciones sociales que hay en su país: "Antes había familias más números y las mujeres no trabajaban. Hoy los padres y madres están siempre ocupados, y hay cada vez más casos de divorcios, madres solteras".

También es por su cultura "omotenashi" (concepto que se traduce como "hospitalidad") que consiste en "dejar de cuidarse a si mismos, en evitar pedir favores o en rehuir el contacto con otros por no molestar", concluyó Ishii. 

En los últimos años, se han creado varios negocios de este tipo, algunas sólo dan servicio a personas solteras o de edad avanzada, debido al desplome del número de matrimonios y al acelerado envejecimiento demográfico de Japón, de acuerdo con el portal 24 Horas. 

Con información de Radio Fórmula.