Santiago.- El primer bebé nacido en España de una mujer portadora del virus del zika está fuera de peligro y, de momento, todo indica que no resultó afectado por la exposición a la infección, aunque aún no está confirmado si padece o no secuelas. Fuentes del Servicio Galego de Saúde (Sergas) han confirmado este miércoles a EL PAÍS que la evolución del niño es seguida por los médicos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago para evitar complicaciones, ya que, además de la enfermedad de su madre, "totalmente superada", el pequeño nació prematuramente. Las mismas fuentes matizan que

La mujer se enteró de que tenía el virus cuando, a finales de febrero, acudió al hospital compostelano ante la inminencia de un parto prematuro. En el control rutinario que se le practicó entonces los médicos descubrieron que podría haber estado expuesta al virus entre el cuarto y quinto mes de embarazo, coincidiendo con una estancia de la gestante en Venezuela que, según reconoció en ese momento, le provocó una fiebre ligera y cierto malestar con picores.

La mujer aseguró que, alertada por esos síntomas, se sometió a una revisión en el país sudamericano, en donde no le confirmaron la posible exposición a la enfermedad. Su contacto con el virus quedó de manifiesto en los análisis que se le realizaron en España cuando el Sergas activó el protocolo. La mujer ha sido dada de alta y el bebé permanece en la unidad de neonatología a la espera de que gane peso.

El Ministerio de Sanidad elevó a 38 los casos diagnosticados en España hasta el pasado lunes, todos importados, entre los que se encuentran cuatro embarazadas: dos en Madrid y dos en Cataluña. La quinta, de Galicia, es la que dio a luz a finales del pasado mes. El Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el pasado martes que cada vez hay más evidencias de la asociación entre el virus y patologías neurológicas graves, como la microcefalia.