Antes eran simples sicarios, buenos para disparar y leales al Cártel de Sinaloa. Pero la pugna territorial de este grupo con los Zetas los obligó a formar un “grupo de élite” dedicado a proteger a sus líderes y a sus familiares, sostuvo María Idalia Gómez, directora editorial de Eje Central.

En entrevista para Aristegui en Vivo, la periodista explicó que este grupo fue entrenado por desertores de las fuerzas armadas mexicanas, así como por mercenarios de Estados Unidos y de países de Medio Oriente.

“Tienen campos de entrenamiento. Están entrenados en (el manejo de) distintos tipos de armas, en tácticas, en estrategias y con perfiles definidos”.

Esto ha permitido que, con el paso de los años, se conforme un grupo paramilitar capaz de planificar operativos de evasión como el que se vio en Culiacán, pero también operaciones clandestinas en otras ciudades del país, de acuerdo con informes de inteligencia obtenidos por Eje Central.

“Tienen el manejo de armas para (realizar) asaltos a ciudades, para enfrentamiento de cuerpo a cuerpo, y también para la toma de control de territorios a partir de armas de mucho mayor capacidad, que les permite romper blindaje y tirar helicópteros”.

La periodista explicó que los miembros de estos ejércitos “ya no son estos que veíamos antes con sombrero, cinturón piteado y botas, ya son un una estructura que reciben órdenes, y que fueron capaces de tomar la línea de operaciones de las fuerzas federales que estaban operando en Sinaloa, frente a un muy mal operativo”.

La DEA proporcionó la ubicación de los hijos del Chapo

Un reportaje publicado por Eje Central, titulado La DEA opera en territorio enemigo, reveló que el pasado 17 de octubre, el día del fallido operativo de captura de Ovidio Guzmán, agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, estaban en Sinaloa.

Tomando en cuenta de que las autoridades estadounidenses solicitaron su detención, que movilizaron las instituciones mexicanas para tratar de conseguirlo y obtuvieron la orden de aprehensión con fines de extradición, María Idalia Gómez considera que el gobierno de Estados Unidos estaba al tanto de que el operativo iba a ocurrir.

“Hay datos de cómo la DEA estaba ahí acompañando”, dijo Gómez, e hizo referencia a otros operativos antinarco efectuados en territorio mexicano que han contado con participación o acompañamiento de la agencia antidrogas.

“Así fue detenido (Joaquín) Guzmán Loera las dos veces que fue detenido, con información y con miembros de la DEA presentes”.

A diferencia de otras ocasiones, la presencia de agentes de la DEA en Sinaloa se hizo pública a través de fotografías y comunicado de prensa, posiblemente porque la Agencia buscaba justificar presupuestalmente su presencia en México.

Una fotografía captada en septiembre muestra a un grupo de 12 elementos de la DEA posando con soldados mexicanos, y corrobora su presencia en nuestro país. Ese mismo mes cuatro laboratorios clandestinos de drogas sintéticas fueron descubiertos y desmantelados en Sinaloa, presumiblemente con información proporcionada por el Gobierno Federal estadounidense.

“Y están buscando incidir más. Hasta ahora hemos visto una operación limitada, pero lo que vimos el pasado jueves es esa intención de estar operando en México”.