Ostentarse como Empresa Socialmente Responsable no es suficiente, las empresas deben fortalecer su cadena de valor, y la responsabilidad social es el mejor camino.

El concepto de cadena de valor surgió hace cuatro décadas con el modelo teórico de Michael Porter, quien propuso un modelo para identificar las fortalezas en los procesos productivos de la empresa, desmenuzando cada una de las actividades estratégicas que realiza una organización para identificar ventajas competitivas.

Refiriéndome específicamente a las empresas que obtuvieron el Distintivo ESR 2020 que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía –Cemefi- desde hace 20 años, uno de los eslabones que deben fortalecer es su cadena de suministro y es que los números hablan:  de acuerdo a la Numeralia 2020 del Cemefi sólo el 3% de las empresas que obtuvieron el Distintivo ESR 2020 promovió la RSE entre su Cadena de Valor; en otras cifras: sólo 56 empresas de 1,866 que ostentan el Distintivo  impulsaron la responsabilidad social entre sus subcontratistas y/o proveedores. 

Aunado  a lo anterior, el COVID-19 ha provocado la ralentización económica impactando principalmente a las cadenas de suministro comprometiendo la actividad de ciertas empresas. Esta situación se profundiza más en ciertos sectores económicos que tienen mayor dependencia de sus proveedores, puesto que la reactivación económica no es igual para todos los sectores y varía en función de la evolución de la pandemia en cada país.

Con lo anterior, no quiero decir que las empresas no han identificado o trabajado en el fortalecimiento de sus proveedores, que son parte trascendental  en sus procesos de negocio, sin embargo, son cifras preocupantes considerando que quienes cuentan con el Distintivo conocen de primera mano las ventajas y beneficios de ser una ESR ¿y entonces? ¿Qué mejor que tu cadena de suministro integre en su estrategia de negocio la responsabilidad social empresarial?

Ahora más que nunca, las empresas que han hecho un compromiso público y voluntario en adoptar la responsabilidad social en su estrategia de negocio, deben extenderla a sus proveedores y subcontratistas promoviendo el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible para ambas partes.

Al mismo tiempo que la cadena de valor se fortalece, se impulsan metas de las ODS como:

5. Igualdad de Género.

8. Trabajo Decente y Desarrollo Económico.

9. Industria, Innovación e Infraestructura.

10. Reducción de las desigualdades.

12. Reducción y Consumo Responsables.

17. Alianzas para lograr los objetivos.

¿Por dónde empezar? Es importante que las empresas analicen las condiciones y problemas de su cadena de suministro, identificando las prácticas recomendables y planeen su desarrollo para lograr  relaciones beneficiosas para todas las empresas participantes  y evitar riegos. Entre los principales beneficios de esto están las de minimizar costos, identificar ventajas competitivas y controlar los riesgos vinculados a la reputación corporativa, entre otros.

El proceso de obtención del Distintivo ESR a través del autodiagnóstico es una herramienta muy valiosa que aporta gran valor, por lo que las empresas que ya cuentan con el Distintivo pueden otorgar una beca a uno de sus proveedores o subcontratistas, para que éste participe en el proceso del Distintivo por primera ocasión sin pagar el registro durante uno o dos años según sea el caso, el resto de proveedores que participan por primera ocasión tienen un costo preferencial en el registro siendo referidos por la empresa impulsora.

¿Y qué esperas para impulsar la RSE en tu Cadena de Valor?