Empresas, con dilema de una propia ‘marca país’

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Empresas, con dilema de una propia ‘marca país’

México es un imán de turismo específico de compras de lujo para viajeros de América Latina que ven más cómodo comprar aquí, que viajar a Estados Unidos o Europa a tarifas más altas y con mayores restricciones de inmigración

CDMX.- No es un hecho aislado, el mercado de lujo en México crece como la espuma. En estos años se estima que el consumo de lujo mexicano suma 14 mil millones de dólares anuales, desde textiles, cosméticos y celulares, hasta automóviles, joyas, muebles y servicios.
La explicación de este auge es multifactorial: por un lado, desde hace más de una década se ha dado un mayor poder adquisitivo entre las clases medias y altas mexicanas.

Esta bonanza —junto con el auge del turismo internacional— atrajo al país a una serie de tiendas y boutiques de marcas internacionales de lujo, las cuales, a su vez, convirtieron a México en un imán de turismo específico de compras de lujo para viajeros de América Latina que ven más cómodo comprar aquí, que viajar a Estados Unidos o Europa a tarifas más altas y con mayores restricciones de inmigración.

Ahora toca el turno al desarrollo de una industria de lujo propia, mexicana, joven y emergente.
No sólo se trata de producir en México artículos de alta gama, sino de la efervescencia de emprendedores mexicanos que ven una oportunidad. En esta edición, Manufactura cuenta estos casos en sectores como el textil, de muebles, grifería, e incluso, el automotriz, que aprovechan la inercia del mercado de lujo, estilizando sus propuestas con contenidos, formas, colores y modos de producción nacionales.

En más de un sentido, el lujo es sinónimo de innovación. Para competir en este mercado, se debe de tener un alto nivel de Investigación y Desarrollo para explorar —a través de nuevas tecnologías— las posibilidades físicas y químicas de los materiales, de sus posibles manejos de formas, diseño y el cuidado extremo de la calidad, para venderlos como productos ‘únicos’ y ‘exclusivos’.

Desde una perspectiva industrial, alcanzar el nivel de ‘perfección’ que exige este mercado obliga a quienes participan en él a mantenerse a la vanguardia de sus respectivos ramos.
Se considera que las empresas que logran estándares de lujo, sin duda impulsan al sector a ser más competitivo, y con mejores niveles de calidad. AgenciasMercado premium...

En América Latina, México ocupa el primer lugar en el consumo de ropa, joyería, lentes, relojes, productos de belleza y accesorios...

> 6.0% creció el mercado mexicano de productos de  lujo, lo cual no está “peleado” con lo tradicional, pero sí con la calidad de lo que se ofrece.

> La demanda interna de productos de alta gama explica la presencia no sólo de Armani, Ermenegildo Zegna, Hugo Boss, Rolex, Montblanc, Gucci, Prada, Christian Dior, Louis Vuitton y otras.

> En el mundo se considera que este es un buen momento para posicionar lo que se denomina “marca país” de “lo propio”.

> En la medida en que el mercado nacional sumar a emprendedores que innovan en el segmento de lujo, la industria mexicana también se percibe como una mayor generadora de valor agregado.

> La apuesta es a consolidar un frente que abone al posicionamiento de México como productor de artículos de calidad y no sólo como un maquilador de productos de alto volumen.