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Empresas buscan empoderar a niñas y mujeres de todo el mundo
Esta semana Disney lanzó una campaña fotográfica en todo el mundo llamada #DreamBigPrincess, que reúne las historias que inspiran a las niñas a soñar en grande con 20 fotos de 16 distintas fotógrafas en 16 diferentes países.
En la campaña se crearon una serie de imágenes que muestran a niñas y mujeres viviendo en un mundo real, donde la intención es que las niñas admiren esta nueva revolución donde las princesas se quitan los estereotipos que hay en ellas.
Esta campaña forma parte de la iniciativa llamada “Dream Big, Princess” que inició el año pasado, la cual cuenta las historias de las princesas para inspirar a las pequeñas. Las fotos se compartirán en redes y con cada like se pretende reunir ayuda para la fundación “Girl Up", una organización de las Naciones Unidas que apoya el empoderamiento de las jóvenes.
Pero esta no ha sido la única campaña de este tipo en los últimos meses, también la marca Fast Forward Girls, perteneciente a GoldieBlox Store, lanzó una publicidad que no solo celebra a las mujeres que han dejado una huella importante en áreas como la ingeniería, la biología o las artes, también busca transmitir un poderoso mensaje y ser más que una campaña de empoderamiento para las niñas.
Para la empresa es importante que las niñas tengan una guía o ejemplo a seguir, que les inspire a conseguir sus metas y a soñar con la posibilidad de convertirse en lo que ellas quieran; con esto en mente crearon la comunicación #BeLikeHer.
Durante el anuncio se puede observar a muchas niñas reencarnado a figuras como Serena Williams, Katherine Johnson e incluso a las nuevas integrantes de Ghostbusters.
Por último, una de las campañas pioneras en relación con los derechos de las mujeres es Always, la marca de toallas femeninas lanzó hace un par de años una campaña realmente conmovedora, para redefinir el concepto de hacer las cosas “como una niña” de una manera positiva.
El experimento consistió en pedirle a un grupo de niños y adolescentes, entre 5 y 20 años de edad, que ejemplificaran como corre, lanza y pelea alguien que actúa “como una niña”.
De inmediato, las y los chicos mayores de 13, siguieron el estereotipo y corrieron de forma ridícula, agarrándose el pelo y bateando o peleando sin fuerza ni decisión. Pero cuando se le hizo la misma prueba a niñas menores de 10, el resultado fue esperanzador.
Con información de Cosmopolitan y EFE