Trece soldados y un policía nigerianos fallecieron recientemente en una emboscada del grupo yihadista Boko Haram, en la zona noreste del país, informó hoy el Ejército de Nigeria.

La emboscada ocurrió el pasado día 24 cuando las tropas trabajaban en la carretera que une las ciudades de Maiduguri (en el estado de Borno) y Damaturu (en el de Yobe), según precisó el portavoz militar Onyenma Nwachukwu en un comunicado.

Los insurgentes cayeron sobre ellas y los dos bandos iniciaron un tiroteo, pero la fuente no ofreció un número de víctimas entre las filas de Boko Haram.

El Ejército nigeriano ha sido duramente criticado en los últimos meses por su rechazo a admitir la muerte de sus soldados.

Solo en noviembre pasado, los ataques de Boko Haram dejaron al menos 39 militares fallecidos y las fuerzas guardaron silencio durante días a pesar de la circulación de diversos rumores que hablaban de hasta un centenar de bajas.

Aunque el Gobierno nigeriano insiste en que Boko Haram está debilitado y los terroristas han perdido terreno hasta verse relegados a áreas fronterizas, la violencia contra objetivos militares y civiles ha aumentado en los últimos meses.

El noreste de Nigeria lleva años sumido en un estado de violencia provocado por las acciones de Boko Haram, que desde 2009 lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.

Esta guerra de nueve años se ha cobrado más de 20 mil vidas y ha provocado el desplazamiento de alrededor de 2 millones de personas, una población similar a la de países como Gabón o Letonia.