Embajada sitiada

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Embajada sitiada

Desde hace unos días, el Gobierno provisional de Bolivia ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad en torno a la Embajada de México, en la Paz, e incluso ha intentado el ingreso a la misma para arrestar a los exfuncionarios de la administración de Evo Morales, que ahí se encuentran asilados, hechos que contravienen de forma directa una serie de principios fundamentales del derecho internacional, como la son la inviolabilidad de las sedes diplomáticas por considerarse territorio soberano de los países y el derecho de asilo.

Algunos mexicanos han expresado en redes sociales que el Gobierno de México se buscó esta situación por intervenir en asuntos de Bolivia y tomar partido; afirman que debe entregar a los funcionarios que tienen orden de aprehensión y que es más importante mantener las relaciones diplomáticas con ese país.

Honestamente esta es una visión errada porque atenta contra la tradición de México en materia de relaciones exteriores, además, quien se está extralimitando es el Gobierno de Bolivia y quienes estamos sufriendo una vulneración a nuestra soberanía somos nosotros como país.

Es importante apuntar que otorgar asilo en las embajadas de México no es nuevo, México lo ha hecho por más de 130 años y en sus embajadas han sido recibidos personajes de la derecha y de la izquierda, fascistas, comunistas, socialdemócratas, conservadores y liberales. A todos se les ha dado un trato equivalente y después de otorgarle asilo, los mismos no han sido entregados a pesar de las presiones recibidas.

México ha dado asilo en sus embajadas a personajes perseguidos por Estados Unidos, por la España de Franco, por la Alemania Nazi o por la Unión Soviética y frente a ninguna de estas potencias se cedió. No se trata de tomar partido o de vulnerar la soberanía de los países, sino de entender que los perseguidos políticos, sean de la ideología que sea, merecen una salvaguarda internacional, como una forma de garantizar el libre pensamiento, en el marco del respeto a los derechos humanos.

En lo personal estoy en profundo desacuerdo con muchas de las acciones realizadas en el gobierno de Evo Morales, y no dudo que alguno de los funcionarios al interior de la embajada haya cometido actos criminales, sin embargo, también dudo de la imparcialidad del actual Gobierno de Bolivia, pero aun asumiendo que fuera una administración recta, me opondría de forma tajante a entregar a cualquier persona a la que se le haya otorgado asilo político.

Por tanto, lo que está en juego en este momento es la defensa de la soberanía de una de nuestras sedes diplomáticas que está siendo atacada por el Gobierno de Bolivia, por ende, yo reconozco la posición del Gobierno de México de no dar un paso atrás, de mantener su posición y defender la libertad de los exfuncionarios de Bolivia que se encuentran asilados al interior de la misma, porque si cedemos ahora, qué impedirá que en algunos años otro país nos exija que entreguemos a un defensor de los derechos humanos incómodo a dicho régimen.

 

@victorsanval

victorsanval@gmail.com